
Antigua, pero también Londres. Ambos son enclaves turísticos, tanto desde el punto de vista económico como mundano, dignos de unas vacaciones exclusivas. Éste es el escenario de las mejores oportunidades de inversión en el sector residencial de gama alta, trazado por el Annual Wealth Report 2008 Prime Residencial Property, con la firma de Citi Private Bank y de la empresa de servicios inmobiliarios Knight Frank.
La investigación analiza las propiedades más caras vendidas en 100 localidades vip diseminadas por todo el planeta y las sintetiza en un índice creado ad hoc: el PIRI, Prime Internacional Residencial Property Index.
Antigua, por las nubes
Según el índice, el máximo crecimiento de los precios en el sector residencial se alcanzó en Antigua, en el Caribe (donde tiene una nueva villa el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi), con un salto de un 40 por ciento respecto al año anterior. En segundo lugar, figura St. Jean Cap Ferrat, en la Costa Azul, donde los precios crecieron un 39 por ciento. Le siguen a corta distancia San Petersburgo, que sube un 38 por ciento, y Moscú, que lo hace un 35 por ciento, con residencias por las que se llega a pagar 14.390 euros el metro cuadrado, en el caso de San Petersburgo, y 16.610 euros, en el caso de la capital rusa.
Según los datos de la anterior edición de la investigación, las dos ciudades rusas han experimentado, durante 2006, todo un boom en sus precios, con subidas del 95 y del 75 por ciento, respectivamente. Cifras hoy ajustadas al alza, aunque siga faltando una oferta inmobiliaria adecuada a la capacidad de gasto que han alcanzado los nuevos ricos de la antigua URSS.
La clasificación prosigue con el quinto puesto, ocupado por Singapur (escala un 31 por ciento y su cotización es de 18.202 euros el metro cuadrado), mientras en la sexta y en la octava posición aparecen dos clásicas como Londres y Nueva York. Las residencias de lujo de ambas ciudades se sitúan entre las más caras del mundo: 46.000 euros el metro cuadrado en el caso de la capital británica, que experimenta picos de hasta más de 60.000 euros en los nuevos complejos residenciales situados en barrios como Belgravia y Knightsbridge, y una media de 32.100 euros el metro cuadrado en los lugares más importantes de Manhattan y la Gran Manzana. El alza es del 29 por ciento en el caso de Londres y del 25 por ciento en el de Nueva York.
Poderío chino
Al séptimo puesto avanza la ciudad china de Cantón, con subidas del 25 por ciento, muy por delante de otras ciudades chinas importantes como Pekín y Shanghai, que escalan un 6 y un 4 por ciento, respectivamente. Por el contrario, las localidades que el año pasado experimentaron un "crecimiento cero" en cuanto a los precios fueron Gascony (sur de Francia), Dar Es Salaam (Tanzania) y Helsinki. Cotizaciones a la baja, aunque ligeras, las encontramos en la zona del Chianti y en Cracovia (ambas en un 1 por ciento), en San Diego (un 2 por ciento) y en Palm Beach (3 por ciento). Claramente en declive, en cambio, Ibiza (13 por ciento menos) y Dublín (15 por ciento).
"En este momento, el sector residencial está viviendo problemas significativos -explica Liam Bailay, director de la oficina de estudios de Knight Frank- por la ralentización de los precios, el descenso de las ventas y la dificultad de conseguir financiación de los bancos. Tendencias negativas y difundidas en todos los países, que han afectado también a la franja más exclusiva de clientes".
Gran capacidad de gasto
Otra cuestión que examina la investigación es el perfil de los posibles compradores de este nicho de mercado. Se trata, obviamente, de una gente con gran capacidad de gasto, capaz de pagar semejantes cantidades por primeras -pero también por segundas, terceras y cuartas- residencias de lujo en todo el mundo.
De ahí que el estudio presente una primera franja de inversores de referencia con una cartera de activos (entre patrimonio inmobiliario y demás) no inferior a los 10 millones de dólares (alrededor de 6,5 millones de euros). A continuación, vienen otras dos franjas menores. Una con una cartera de activos de entre 1 millón y 10 millones de dólares (de 625.000 a 6,5 millones de euros) y una tercera franja desde los 100.000 dólares al millón (entre 65.000 y 625.000 euros).
Por último, en cuanto a la procedencia de los clientes, son sobre todo los que vienen de Brasil, Rusia, India y China los que deberían garantizar, gracias al boom de su economía, un parque de compradores con los recursos adecuados para estos productos.