
La deuda pública española ha alcanzado ya la cifra de 1.023.053 millones de euros, lo que en términos relativos supone un 97,07% del PIB nacional. El endeudamiento de las administraciones es alto, por eso algunos economistas defienden una reestructuración de la deuda pública como parte de la solución a los males del país. Sin embargo, otros técnicos abogan por una reestructuración de la deuda privada, argumentando que ese es el problema real de España. Y es que la deuda de las empresas no financieras asciende al 100% del PIB, mientras que la de las familias representa el 77%, unos 800.000 millones de euros.
El profesor de la Universidad Pompeu Fabra, José Luis Peydró, explica en Nada es Gratis que "la deuda privada en España es bastante alta, mientras que la deuda pública es comparable a bastantes otros países". En el caso concreto de España, Peydró cree que "la reestructuración puede ser buena para la deuda privada (empresas, bancos y familias), pero no para la deuda pública".
Y es que cuando se habla de reestructurar deuda la gran mayoría de los economistas hablan de impagar una parte de la deuda pública, cuando el problema realmente reside en la deuda privada, explica Peydró. La mayoría de las crisis se producen más por un exceso de deuda privada que de deuda pública.
En 2007 España tenía una deuda pública del 35,5% del PIB, uno de los ratios más bajos de toda Europa; sin embargo el endeudamiento privado era de los más altos (206% sobre PIB). Además, tal y como señala el profesor de la Pompeu Fabra, gran parte de esa financiación procedía del exterior, ya fuera por peticiones directas de financiación de las grandes empresas a bancos extranjeros o por el flujo de capitales entre bancos extranjeros y españoles que se terminaban transformando en créditos a familias y pymes.
Cuando estalló la crisis financiera, bancos y empresas tuvieron serios problemas para refinanciar esas deudas, por lo que el sector público decidió salir al rescate. La intervención de las administraciones junto con el descenso de los ingresos públicos propició un rápido y fuerte aumento de la deuda pública, que aún así no ha superado el 100% del PIB.
Una deuda total del 270% sobre el PIB
A día de hoy, la deuda total en España sin contar el sector financiero asciende a algo más del 270% del PIB (97% sobre el PIB del sector público, un 77% familias y un 100% empresas no financieras. "Por ejemplo Alemania tiene un 78% sector público, un 57% familias y otro tanto las empresas", explica Peydró.
Como se puede observar, la gran diferencia entre España y Alemania es que el endeudamiento del sector privado en el país germano es muy inferior, lo que permite a las familias seguir consumiendo y a las empresas seguir invirtiendo. Por eso, el profesor de la Pompeu Fabra cree que sería más importante y beneficioso reestructurar la deuda privada que la pública, que sí puede llegar a ser sostenible.
Además, la deuda pública española está mayoritariamente en manos de residentes, por lo que una reestructuración de la misma afectaría de forma directa a varios sectores nacionales. Mientras que la deuda privada tiene una porción muy relevante en manos extranjeras, que son acreedores de bancos y empresas españolas. Una reestructuración de la deuda privada permitiría que empresas y familias volviesen a entrar en el círculo de la economía con consumo e inversión, sin afectar demasiado a los sectores nacionales.