
El profesor de la Universidad de Berkeley (California) y de la Universidad de Cambridge, Barry Eichengreen, sólo ve una posible salida a la crisis de deuda en la eurozona: una reestructuración ordenada de la deuda de los países bajo presión, es decir, un impago selectivo. Una alternativa que gana peso ante el nulo crecimiento de la eurozona.
Otra opción aunque poco factible pasa por lograr un crecimiento económico de grandes magnitudes para que la carga relativa de la deuda (deuda/PIB) se reduzca, algo poco probable.
En un artículo publicado en el Financial Times, Eichengreen analiza la complicada situación de la zona euro y sus objetivos a largo plazo. El economista norteamericano ve imposible que los Estados más endeudados logren reducir en 2030 su deuda al 60% del PIB, tal y como pide la Comisión Europea.
Para conseguir esta meta de deuda sobre PIB "los superávits presupuestarios tendrían que ser alucinantes", asegura Eichengreen. Los países periféricos deberían lograr unos superávits primarios superiores al 4% para conseguir el objetivo: "España tendría que lograr de media hasta 2030 superávits primarios del 4%, Irlanda, Portugal e Italia del 5% y Grecia del 7%. Simplemente, ningún país puede lograr esos superávits durante un periodo prolongado sin que el pueblo se rebele", asegura el profesor de Berkeley.
Tres excepciones
Solo tres países han logrado superávits parecidos a los que pide la Comisión Europea. Además, son tres Estados que no sirven de ejemplo por los elementos extraordinarios que permitieron un incremento de sus ingresos y por su reducido tamaño. Uno de estos países fue Noruega, desde 1995 los nórdicos han logrado mantener su deuda en mínimos. Pero Noruega es un país con cinco millones de habitantes, uno de los mayores exportadores de petróleo y que tiene el fondo de inversión soberano más grande del mundo.
El otro país que logró un resultado similar es Singapur, a partir de 1990 esta 'Ciudad-Estado' comenzó a registrar superávit tras superávit, tan solo en 2009 presentó un déficit público del 0,59%. Esta pequeño estado asiático ocupa el primer puesto en el ranking de libertad económica, sus ingresos dependen de forma directa del comportamiento de la economía global, y es que su economía es de las más abiertas del mundo, mientras que su sector público es de los más pequeños respecto al PIB. En 2012 el gasto público en Singapur fue del 14,62% sobre el PIB, una cantidad ínfima si se compara con el gasto medio en la eurozona que en 2013 fue del 49,4% sobre el PIB.
El tercer caso de grandes superávits primarios es Bélgica, quizá el caso más representativo por tamaño y similitudes con el resto de economías de la eurozona. El extraordinario comportamiento de Bélgica vino de la mano de grandes reformas institucionales y del sistema tributario.
El Gobierno belga amplió las bases impositivas a la vez que redujo los tipos marginales de los impuestos. Los Gobiernos regionales limitaron su gasto a la vez que se produjo una excelente coordinación entre las políticas fiscales tanto a nivel regional como estatal. Una vez que Bélgica adoptó el euro como su divisa, los déficits volvieron a aparecer y la deuda comenzó a desbocarse.
Hay alternativas
Eichengreen cree que estas circunstancias no se van a reproducir en los países más endeudados de la eurozona, por lo que hay que plantear alternativas, en su opinión, para reducir la deuda en términos relativos:
-Un alternativa es lograr que denominador de la ecuación deuda/PIB crezca los suficiente para que el cociente caiga. Es decir, que el PIB se incremente tanto que la deuda pública en términos relativos disminuya y los mercados vuelvan a confiar en la solvencia de los Estados.
-Otra opción es la polémica reestructuración de la deuda. Una medida que proponen algunos partidos de la izquierda radical tanto en España como en Grecia o Italia. Impagar parte de la deuda y así poder reducir tanto la partida de 'gastos financieros' (intereses de la deuda pública) en los presupuestos de los gobiernos como la devolución del principal de las deudas, para que las generaciones futuras no carguen con esta pesada losa.