¿Son independientes las organizaciones españolas de consumidores? El Partido Socialista ha disparado desde su llegada al Gobierno las ayudas que concede a la Unión de Consumidores de España (UCE), una asociación afín al grupo, sobre todo porque algunos de sus directivos han ocupado distintos cargos en el PSOE.
El secretario general, Juan Moreno, fue máximo responsable, por ejemplo, de las Juventudes Socialistas de Andalucía y el vicepresidente, Pedro Valera, fue secretario general del partido en Alcantarilla (Murcia), concejal y candidato a la alcaldía en dos ocasiones por este partido.
En 2004 esta organización no recibía ni un solo euro y en 2005, tras la salida del PP del Gobierno, logró ya 298.630 euros en ayudas. Desde el sector se asegura, además, que el caso de Moreno no es el único y que "algunos de sus principales directivos tienen una relación muy estrecha tanto con el PSOE como con el Gobierno".
Un incremento del 135%
Lo más llamativo es que desde la llegada de Zapatero a la presidencia del Gobierno las subvenciones que concede a la UCE el Instituto Nacional de Consumo (INC) se han disparado un 135 por ciento y la asociación recibirá este año más de 700.000 euros. Esta cifra la convierte así en la segunda que recibe más dinero público, sólo por detrás de Ceaccu.
Juan Moreno explicó a elEconomista que su organización es de corte progresista, tal y como figura en sus estatutos, pero no por eso deja de ejercer su función y de poner contra las cuerdas al Gobierno del PSOE, como ahora en el caso de las tarifas nocturnas. Para Moreno, el fuerte aumento del dinero que reciben es fruto de una petición de todo el sector y de la necesidad de que se apoye con la creación de una ley de consumidores y usuarios.
El secretario general de UCE indicó además que la cantidad que reciben es irrisoria comparada con la destinada a otros agentes sociales.
Duro castigo
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) no recibe ayudas desde el año 2004, aunque tampoco las solicitan, según dicen para preservar su independencia. Pero el caso más llamativo es el de la Federación de Consumidores en Acción (Facua). Esta organización, una de las que más ha crecido en los últimos años, con gran representatividad, pero muy crítica también con las políticas llevadas a cabo con el Gobierno, está siendo duramente castigada. Aunque es cierto que sus ayudas también han crecido, lo han hecho en una cuantía mucho menor. En 2004 recibía unos 80.000 euros y este año, según los datos publicados en el BOE, se tendrá que conformar con apenas 120.000, lo que supone no sólo un 4 por ciento menos que en el pasado ejercicio, sino quedarse, además, prácticamente en el furgón de cola de todo el movimiento asociativo de los consumidores. Esta asociación, muy fuerte sobre todo en Andalucía, no está dispuesta, sin embargo, a quedarse callada. "Un año más, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha repartido las subvenciones a las asociaciones de consumidores sin evaluar objetivamente su representatividad real y recurriendo a criterios de favoritismos partidistas", asegura Facua.
"Hemos sido castigados por nuestra posición crítica e independiente, siendo relegados un año más a la cola de las subvenciones", insisten. El problema fundamental radica en que el Instituto Nacional del Consumo viene primando desde hace tiempo de forma especial no sólo a la UCE, sino también a las asociaciones que considera representativas sólo porque forman parte del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), a las que, además, se financian los gastos de locales, personal e infraestructuras que a otras se le niegan. Algunas, como Facua, muy crítica por ejemplo con las tarifas eléctricas, no fueron admitidas en el CCU por el hecho de que en 2006 no llevaba al menos cinco años inscritas en el registro de asociaciones de consumidores del INC, una causa que, además, el Tribunal Supremo acaba de considerar injustificada tras un recurso de Ausbanc.
3,6 millones en ayudas
En total, el Gobierno ha aprobado repartir este año 3,6 millones entre las asociaciones de consumidores, lo que supone casi el triple de las que dió en 2004 el PP.
Entre estas organizaciones hay quien, como la OCU, piensa que no se puede ser independiente recibiendo dinero público, pero la UCE cree que es la única manera de luchar por los consumidores.