
La fuerte depreciación que está sufriendo el rublo, unida a la crisis que vive Rusia, motivada en parte por las sanciones de Europa y Estados Unidos por el conflicto con Ucrania, empieza a notarse en la economía española. El turismo, el comercio bilateral y algunos sectores, como el inmobiliario, se resienten de esta situación. Rusia se contrae por primera vez en cinco años.
Aunque menor que en otros países europeos, la reducción de las relaciones bilaterales entre España y Rusia es evidente. Según datos del Ministerio de Economía, las exportaciones hacia ese país suman 2.231 millones de euros hasta octubre, lo que supone un descenso del 8% respecto al año pasado.
Caen carne y piezas de automóvil
El informe indica que la caída se debe fundamentalmente a "productos cárnicos, automóviles y motos, y componentes del automóvil". En el caso de la carne se debe a las sanciones mientras que en el de los componentes de automóviles puede estar más vinculado al encarecimiento de las piezas por la caída del rublo.
Aunque la caída no es muy brusca, sí lo es si se tienen en cuenta sólo los meses transcurridos desde que comenzaron las sanciones. Sólo en octubre, las exportaciones se hundieron un 19,5% frente al mismo mes del año anterior. Si atendemos sólo al periodo agosto-octubre, el descenso de las exportaciones ya es del 9,5%, lo que no invita a pensar en una recuperación en los próximos meses.
El lado de las importaciones también nota la crisis rusa y el descenso de las compras se ve agudizado también por la fuerte caída del precio del crudo. Las importaciones bajaron un 22,3% interanual en los diez primeros meses del año debido a "las menores importaciones de petróleo y derivados". Sólo en octubre de 2014, las importaciones bajaron un 58,5% frente al mismo mes del año pasado.
El turismo pierde un cliente
Uno de los sectores que más está notando la pérdida de clientela rusa es el turismo. En los 11 primeros meses de 2014, visitaron España 1,38 millones de ciudadanos de ese país, lo que supone una caída del 9,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Como en el caso de las exportaciones, los últimos meses están siendo especialmente negativos: noviembre se cerró con un descenso del 32,6% en el número de visitantes.
Este descenso, provocado en parte por la depreciación de la moneda rusa, que encarece mucho visitar España, se nota especialmente porque los rusos son los segundos turistas que más gastan sólo por detrás de los estadounidenses. Según los datos del Ministerio de Industria, cada ruso que visitó España en 2013 gastó de media 1.487 euros, un 52% más que la media de turistas extranjeros.
El cambio legal que permite lograr visa de residencia a los extranjeros que inviertan más de 500.000 euros en una casa hacía pensar que rusos y chinos iban a adquirir cientos de viviendas. Si en la primera mitad del año fue así, los expertos indican que tras el verano, las operaciones se han congelado. El encarecimiento del euro frente al rublo vuelve otra vez a ser clave de la paralización de compraventas.