El índice de gerentes de compra del sector servicios (PMI) se situó en junio en 36,7 puntos frente a los 43,3 del mes anterior, lo que marca un mínimo histórico y se aleja cada vez más del límite de los 50 puntos, que separa el crecimiento de la contracción en el sector. También hoy se ha dado a conocer que la confianza del consumidor cae 4,7 puntos en junio y marca nuevo mínimo histórico, según el ICO.
El índice PMI del sector servicios español mostró un deterioro de las condiciones de los factores de precios, de las expectativas de negocio y del empleo. El indicador parcial que mide las perspectivas sobre los nuevos negocios fue el que más sufrió al caer hasta los 35,2 puntos desde los 42,6 de mayo.
El índice PMI refleja los cambios y las tendencias producidos en el mes recién terminado y los compara con el anterior, basándose en medias mensuales. Este indicador es considerado por las empresas, bancos, gobiernos y analistas económicos en instituciones financieras ya que ayudan a comprender las condiciones de los negocios del sector.
La confianza en mínimos
El pesimismo sobre la evolución del precio del barril de crudo, el Índice de Precios al Consumo (IPC), los tipos de interés, el ahorro y el consumo redujeron en 4,7 puntos la confianza del consumidor en junio, hasta los 51,7 puntos, el nivel más bajo desde el inicio de la serie, en septiembre de 2004, según el indicador difundido hoy por el Instituto de Crédito Oficial (ICC-ICO).
Según indicó el presidente del ICO, Aurelio Martínez, en una rueda de prensa, es el menor dato desde septiembre porque el ICO no dispone de datos anteriores a ese año, lo que supone un 'hándicap' porque no se pueden comparar los datos con un periodo de desaceleración económica como el actual.
Así, este indicador ha descendido por cuarto mes consecutivo debido al retroceso de sus dos indicadores parciales, principalmente el que refleja la opinión de los encuestados respecto a la situación actual, que cayó 5,4 puntos por la peor percepción sobre la situación de la economía familiar, así como de la economía española y, en menor medida, del empleo.
Por su parte, el indicador de expectativas retrocedió 4,1 puntos en junio, lo que demuestra que las expectativas de los consumidores para los próximos meses son mejores que la opinión sobre la evolución reciente, con una diferencia de los indicadores parciales muy cercana al máximo registrado el pasado mes de febrero.
En comparación con el trimestre anterior, el indicador del segundo trimestre ha disminuido 16,3 puntos, hasta situarse 57,3 puntos, manteniendo así la tendencia decreciente observada desde el tercer trimestre de 2007. En los últimos doce meses, la confianza del consumidor descendió en 41 puntos.
La crisis financiera
Según el ICO, el deterioro de la confianza de los consumidores en los últimos meses parece reflejar el actual momento económico de incertidumbre derivado de la crisis financiera y el encarecimiento del precio del crudo, que está traduciéndose en un aumento de los tipos de interés, de la inflación y en un menor dinamismo de la actividad económica.
Así, este empeoramiento del ánimo del consumidor que refleja el indicador probablemente anticipa que la desaceleración del consumo privado continuará en el próximo trimestre, incidiendo en un menor avance del PIB en dicho periodo.
El empleo es el indicador que menos retrocede en el mes de junio, mientras que el mayor descenso lo registra el componente de la economía familiar, seguido muy de cerca por el de la economía española.
Para el presidente del ICO, Aurelio Martínez, la caída la las expectativas sobre la situación del hogar es un dato "muy preocupante" porque pone de manifiesto que las familias españolas empiezan a percibir que su situación está empeorando como consecuencia de la actual coyuntura económica.
Posible subida del IPC
En cuanto a las expectativas sobre precios, tipos, ahorro y consumo duradero, todas han empeorado considerablemente en el mes de junio, ya que han aumentado las expectativas sobre una posible subida del IPC en el futuro, así como de una eventual subida de tipos de interés derivada del incremento del IPC, y un descenso del ahorro y por tanto del consumo de bienes duraderos.
Además, según Martínez, la correlación entre el crudo y los indicadores de confianza se situó en 0,84 puntos en junio, por lo que el incremento del barril de petróleo explica gran parte del descenso de la confianza y demuestra que el impacto de estos repuntes en la sociedad está siendo "altísimo". En este sentido, aseguró que si los precios no se moderan, el impacto en la confianza seguirá siendo "muy negativo" en el futuro.