Economía

Cataluña necesitará "en pocos" años mano de obra inmigrante y cualificada

Barcelona, 17 dic (EFE).- Cataluña necesitará en "en pocos años" mano de obra inmigrante y cualificada, ya que, a pesar de disponer de una importante bolsa de paro estructural, verá cómo se acentúa el envejecimiento de su población en edad de trabajar.

Así lo asegura el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver, autor del estudio "La consolidación de la mejora del empleo y perspectivas en el horizonte 2023", incluido en el 45 Índice Laboral ManpowerGroup, que hoy ha presentado en Barcelona.

Según Oliver, la economía catalana, en pleno proceso de recuperación, ha experimentado en el último año una mejora "sorprendente", con la creación de cerca de 70.000 puestos de trabajo y una caída del paro "excepcional".

Son muchos los indicadores que constatan esta mejoría, como el aumento de la ocupación industrial por primera vez desde 2008, la caída de la contratación temporal en favor de la indefinida, el incremento de la jornada a tiempo completo, el descenso de la denominada subocupación o el ligero crecimiento del empleo entre el colectivo masculino, de jóvenes e inmigrantes.

Todo ello lleva al profesor Oliver a ser "optimista" de cara a los próximos años, en los que estima que Cataluña podría crear una media de 50.000 puestos de trabajo anuales, con lo cual se podrían recuperar "antes de lo previsto" los más de 500.000 empleos que se han destruido durante la crisis.

Durante la presentación del informe, a la que han asistido el conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, y el presidente de Manpower, Raúl Grijalba, Oliver ha asegurado que este cambio de tendencia de la economía es "sólido", siempre que no haya "sustos" externos, como la repercusión que pueda tener la situación de Grecia o Rusia en los mercados.

El experto ha advertido además que Cataluña ha de estar "alerta" a un problema grave como es el incremento de su bolsa de paro estructural, es decir, de aquellas personas que llevan más de dos años en situación de desempleo.

A esta variable hay que añadir otra cuestión preocupante de carácter demográfico, como es el envejecimiento de la población catalana en edad de trabajar.

Oliver calcula que Cataluña sufrirá entre 2014 y 2023 una reducción del 4,1 % de su población potencialmente activa, con un descenso importante entre los activos jóvenes (- 15,5 %) y con una especial incidencia en los trabajadores de entre 30 y 39 años (- 33,3 %).

Estas caídas no se podrán equilibrar con el aumento previsto de trabajadores de entre 40 y 66 años (5,1 %), que será especial elevado en el colectivo de mayor edad, aquel de entre 55 y 66 años (14 %).

En consecuencia, Josep Oliver prevé que Cataluña vivirá en los años venideros una nueva oleada migratoria para dar respuesta a la demanda de mano de obra insatisfecha con personal autóctono.

"Esta inmigración tendrá que responder a las nuevas demandas del tejido productivo, que busca cada vez personal más cualificado", ha indicado Oliver, que estima que "hacia finales de esta década" todos estos síntomas serán ya perceptibles.

Desde una visión más a corto plazo, el conseller Felip Puig ha destacado que "la radiografía de la realidad" de Cataluña es "esperanzadora" y que la recuperación es sólida, aunque ha admitido que aún es necesario destinar esfuerzos y recursos a mejorar aspectos como la formación o el impulso del espíritu emprendedor e innovador.

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