París, 31 ago (EFECOM).- El primer ministro francés, Dominique de Villepin, se marcó hoy el reto de poner el paro en Francia por debajo del 8 por ciento de la población activa, y afirmó su voluntad de continuar una "acción útil" hasta las elecciones presidenciales.
Villepin fijó la "próxima frontera" en la lucha contra el desempleo en conseguir "menos de dos millones de parados", es decir, que la falta de trabajo afecte a menos del 8% de la población activa. Ahora está en el 8,9%.
"Todos nuestros esfuerzos deben ir hacia ese objetivo", subrayó Villepin en su decimocuarta rueda de prensa semanal.
Una cita que en esta ocasión presentó la novedad de contar con la presencia de todos los ministros de su Gobierno y de haberse descentralizado a Troyes, ciudad situada al sureste de París y a la que todos se desplazaron en el mismo autobús.
Con ello Villepin, según los analistas, quiso trasladar la idea de que el Gobierno está unido y trabaja en equipo, con la prioridad de que la recta final hasta las Presidenciales de la próxima primavera y las Legislativas -unos meses más tarde- sea "útil".
Hay que "mantener el rumbo", ya que "queda mucho por hacer" y hay que "trabajar hasta el último día", reiteró Villepin, al martillear que la prioridad de su acción sigue siendo la creación de empleo.
Al presentar hoy la tercera fase de su plan, Villepin destacó como medida faro la supresión de las cotizaciones patronales en los contratos con salario mínimo (unos 1.200 euros) para las empresas de menos de 20 trabajadores.
"Cada día es útil", insistió Villepin, tras prometer que hará del "diálogo" y la "acción" la "marca de fabrica" de su Gobierno.
Por eso, prometió que habrá "un verdadero diálogo" con los agentes sociales para definir las modalidades de esa medida, que entrará en vigor el 1 de julio de 2007.
El resto de las medidas de esta tercera fase del plan contra el paro las desgranó ante la prensa su ministro de Empleo y Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, y beneficiarán especialmente a parados de larga duración, jóvenes y personas con poca formación.
El Estado crea una "prima de cohesión social" de la que podrán beneficiarse antes de que termine el año 50.000 parados de larga duración, que tengan más de 50 años y que lleven más de 24 meses cobrando una subvención de solidaridad.
Esa medida supone que el Estado pagará el salario (584 o 756 euros netos mensuales), de las personas en esa situación y que sean empleadas por asociaciones con misiones de interés general.
Otras 50.000 personas, en este caso jóvenes, con poca o escasa formación se podrán acoger a un dispositivo de formación previo a una contratación, que consistirá en que recibirán una instrucción de un máximo de tres meses financiada por el Estado.
Los menores de 26 años serán remunerados con 340 euros mensuales y los mayores con 650 euros.
Paralelamente se pondrán en marcha "grupos de solidaridad para el empleo" en los barrios desfavorecidos, que irán acompañados de una operación de "seguimiento reforzado" para ayudar a los jóvenes diplomados de esas zonas a abrirse un camino laboral.
Por último, las ayudas a los parados creadores de sus propias empresas serán extendidas a las mujeres que recuperen una actividad.
Al hilo de la presentación de la última fase de su plan contra el paro, Villepin se felicitó por los buenos resultados divulgados ayer sobre el empleo en julio pasado, cuando se redujo un 1,2 por ciento, con lo que lleva la cifra de desempleados en Francia a 2.159.900 de personas, la menor desde octubre de 2001.
Villepin indicó, por otra parte, que "se confirma" la recuperación económica en Francia y que espera "una tasa de crecimiento superior al 2 por ciento" en 2006.
Confirmó que los ingresos extra que el Estado obtenga por ese motivo -se habla de 3.000 millones en 2006- irán a reducir la deuda.
Preguntado por los comicios presidenciales se limitó a decir, por último, que espera que el voto "de rechazo y populista sea lo más limitado posible". EFECOM
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