El Banco Central Europeo, que ya aumentó los tipos el pasado 3 de agosto, mantendrá el precio del dinero en el 3%
La cargada agenda veraniega del Banco Central Europeo (BCE) culmina hoy con su segunda reunión de política monetaria en menos de un mes. A diferencia de lo ocurrido el pasado 3 de agosto, cuando la institución elevó los tipos de interés un cuarto de punto, en esta ocasión no se esperan variaciones en el precio oficial del dinero de la zona euro, que de este modo permanecerá en el 3 por ciento.
Además de que cogería por sorpresa a los mercados, una subida tan próxima en el tiempo a la anterior transmitiría la sensación de que algo no marcha bien en la zona euro. Y, de momento, ni los precios ni el crecimiento presionan tanto al BCE como para que se vea obligado a incrementar los intereses dos veces en apenas cuatro semanas.
Con la mente en el futuro
Por lo tanto, más que en la propia reunión de hoy, la atención se centrará principalmente en el futuro, y ahí es donde entra en juego la figura del presidente del banco, el galo Jean-Claude Trichet, que tanto en el comunicado oficial como en la rueda de prensa posterior a la reunión deberá dar pistas sobre el momento en el que el BCE volverá a subir los intereses.
Las apuestas del mercado se inclinan por un nuevo repunte de un cuarto de punto en octubre, hasta el 3,25 por ciento. En caso de que, en efecto, la institución tenga esos planes, Trichet podría recuperar hoy las alusiones a que el BCE se mostrará "vigilante" sobre la marcha de los precios, una expresión con la que ha anticipado las cuatro subidas de un cuarto de punto que ha llevado a cabo la institución desde diciembre de 2005.
Si el banquero francés actúa así y deja entrever que los tipos subirán de nuevo en la reunión del 5 de octubre, el mensaje podría tener un mayor impacto en los mercados financieros porque la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano, ya detuvo el pasado 8 de agosto la subida de los tipos de interés en Estados Unidos. Con el euro por encima de los 1,28 dólares, el BCE podría darle un empujón casi definitivo hacia la cota de los 1,30 dólares, sobre la que no se posa desde abril del año pasado.
Datos para el optimismo
Además, Trichet comparecerá hoy con un semblante más tranquilo que en anteriores ocasiones. No en vano, desde el 3 de agosto se han publicado datos que confirman la mejoría del crecimiento europeo y una leve relajación de la inflación. En el segundo trimestre, la economía de la zona euro creció a una tasa interanual del 2,4 por ciento, su ritmo más alto desde el primer trimestre de 2001.
En cuanto a los precios, en julio se moderaron una décima, hasta el 2,4 por ciento, con lo que dieron un pequeño respiro al BCE, puesto que el aumento de la inflación se había mantenido en el 2,5 por ciento en los dos meses anteriores. Eso sí, aún se encuentra por encima del objetivo que se fija el banco, consistente en garantizar la estabilidad de precios a medio y largo plazo situando la inflación por debajo pero cerca del 2 por ciento, de ahí que el Banco Central Europeo esté dispuesto a seguir subiendo los tipos para evitar mayores tensiones inflacionistas.