Economía

El G20 sacará los colores a Europa por su falta de cooperación para potenciar el crecimiento

Los líderes presidenciales del Grupo de los 20 ya se encuentran en Brisbane, Australia para participar en una cumbre presidencial donde el punto de mira vuelve a estar en la eurozona. Mientras Estados Unidos podría cerrar el año con un crecimiento del 2,2 por ciento, según las últimas previsiones de Standard & Poor´s, y Japón continúa bombeando liquidez al sistema, Bruselas sigue sin dar pasos decisivos que eviten un estancamiento secular que podría condenar a la economía europea a una década perdida.

Al menos eso alertaba el propio secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, en Seattle antes de poner rumbo a Brisbane. Posteriormente, en una entrevista telefónica con el New York Times, el funcionario reconoció que "si las cosas se ponen muy feas en Europa, eso supondría un viento en contra que la economía de EEUU no necesita". Dicho esto aseguró que a corto plazo no se atisban debacles que "hundan a la economía estadounidense en una nueva recesión".


La cita llega en un momento en que los problemas se acumulan a la puerta del Viejo Continente, no sólo desde el punto de vista del crecimiento y el empleo, dos de las taras crónicas de la eurozona, sino ahora también desde el punto de vista de la evasión fiscal. El papel del nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en los enrevesados sistemas fiscales de Luxemburgo que ayudaron a cientos de compañías a evadir impuestos choca de lleno con los principios tributarios que busca imponer el grupo de las 20 economías más grandes del planeta.

Además, países como Alemania, Francial, Portugal o Italia, presentan hoy sus datos de crecimiento correspondientes al tercer trimestre, un hecho que puede echar más leña al fuego a la hora de sacar los colores a los líderes europeos. Precisamente, el Fondo Monetario Internacional en sus recomendaciones a los líderes del G20 presionó al Banco Central Europeo para que continúe "con una política acomodaticia para luchar contra la baja inflación". La institución liderada por la gala, Christine Lagarde advirtió de nuevo el riesgo de deflación en la zona euro, donde la demanda interna parece volver a debilitarse.

Obama y Lagarde buscan compromiso

Lagarde aseguró ayer desde Brisbane que "la recuperación es desequilibrada, frágil y con muchos riesgos a la baja en el horizonte". Para la mandamás del Fondo, el compromiso del G20 de querer aumentar la actividad económica mundial en 2 billones de dólares en los próximos cinco años es bienvenida pero "no será suficiente para fomentar todos los empleos que necesitamos", advirtió. Lagarde y Obama son los aliados que prometen poner presión sobre Europa, especialmente Alemania, en un momento en que la mayor economía del eurogrupo flirtea con la recesión.

Aunque Japón es otra de las grandes economías estancadas, su primer ministro Shinzo Abe y el Banco Central de Japón están tomando todas las medidas disponibles para intentar reavivar la inflación y el crecimiento. Abe llega a Australia, con los rumores que apuntan a un adelanto electoral y un posible retraso de la segunda subida del IVA para la economía nipona.

EEUU crecerá un 3% en 2015

Según el último informe de S&P, la economía de EEUU crecerá en el cuarto trimestre un 2,9 por ciento, lo que llevará la expansión económica en el conjunto del año hasta el 2,2 por ciento. Para 2015, la agencia predice un crecimiento del 3 por ciento y un incremento interanual de los salarios del 2,5 por ciento, cinco décimas más que el incremento acumulado en lo que llevamos de año. Aunque esto podría poner algo de presión sobre la política de dinero barato de la Fed, el incremento salarial dista todavía del 3,8 por ciento registrado en 2007 antes del arranque de la crisis.

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