Casi 350 multinacionales, entre ellas Pepsi, Ikea, AIG, Fiat, Amazon, JP Morgan, Heinz, Burberry, PIMCO o Deutsche Bank, han firmado acuerdos secretos con Luxemburgo para rebajar sus impuestos, de acuerdo con documentos obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). El escándalo, que ya es conocido como "Lux Leaks", afecta directamente a Jean-Claude Juncker, el recién elegido presidente de la Comisión Europea, era primer ministro y ministro de Finanzas de Luxemburgo cuando se firmaron los acuerdos.
La auditora PricewaterhouseCoopers habría ayudado a las compañías a obtener al menos 548 decisiones fiscales vigentes en Luxemburgo desde 2002 y 2010 para beneficiarse de "estructuras fiscales complejas diseñadas para crear reducciones drásticas en los impuestos", indica el ICIJ.
Algunas compañías consiguieron, incluso, impuestos de sociedades de tan sólo el 1% sobre los beneficios que llevaron a Luxemburgo. Una dirección popular, el número 5 de la calle Guillaume Kroll alberga a más de 1.600 compañías, según los documentos revelados.

"Respetan las reglas", según el Gran Ducado
Estos acuerdos han obligado a que los primeros espadas del Gobierno luxemburgués tuviesen que salir a dar una explicación. El primer ministro del Gran Ducado, Xavier Bettel, aseguró que las prácticas fiscales "respetan las reglas internacionales" y que por tanto no se ha hecho nada erróneo.
El primer ministro admitió que este escándalo "no da una buena imagen de Luxemburgo", pero él y sus colaboradores subrayaron que lo que hace el Gran Ducado es legal. El ministro de Finanzas, Pierre Gramegna, explicó que la práctica "es compatible con los estándares comunitarios y con los de la OCDE.
Gramegna también indicó que las ventajas que aplica Luxemburgo a las multinacionales, conocidas como 'tax ruling' y que permite a las empresas optimizar sus impuestos, "no es una especialidad de Luxemburgo. Muchos países europeos la practican".
Juncker contra Juncker
La Comisión Europea (CE) también se ha pronunciado y afirma que actuará si los acuerdos no se ajustan a la normativa comunitaria de ayudas de Estado. El portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas, indicó que "si los esquemas de ayudas de Estado de Luxemburgo no se ajustan a las normas del mercado interior, se actuará".
Las palabras de Juncker, en este caso por boca de su portavoz, eran las más esperadas de la mañana por su responsabilidad en el Gobierno luxemburgués durante casi 20 años. El ahora presidente de la Comisión Europea fue precisamente primer ministro de Luxemburgo entre 1995 y 2013, periodo durante el cual se concluyeron los acuerdos fiscales.
El portavoz del presidente de la CE ha eludido pronunciarse sobre las implicaciones políticas del caso y sobre la credibilidad que tiene Juncker para actuar ahora después de haber ideado estos acuerdos.
Alemania, en pie de guerra
Uno de los países europeos en opinar sobre el caso ha sido Alemania. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, criticó los subterfugios que emplean algunas empresas para pagar menos. Schäuble atacó aunque de forma indirecta al Gran Ducado en una comparecencia ante el pleno del Bundestag (cámara baja) para explicar el acuerdo suscrito recientemente por Alemania y otros 50 países, entre ellos España, para compartir información fiscal de manera automática.
"No puede ser que unos pocos se enriquezcan a costa de muchos", aseguró el ministro de Finanzas, hombre de confianza de la canciller Angela Merkel, agregando de seguido que esto vale "tanto para estados como para empresas", "para grandes y pequeños".
Guindos guarda silencio
Por parte del Gobierno español, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha eludido valorar las informaciones, pero ha mostrado su rechazo a las prácticas que conlleven ventajas indebidas para las empresas o pactos secretos.
"Yo no voy a prejuzgar absolutamente nada y esperaremos el informe de la Comisión Europea", ha dicho Guindos a su llegada a la reunión del Eurogrupo.
En todo caso, el ministro de Economía ha defendido el "intercambio automático de información" en materia tributaria y ha resaltado que "en el tema fiscal no puede haber ventajas, no puede haber prácticas que impliquen la erosión de bases fiscales". "Hay que analizarlo, hay que verlo de una forma independiente y sobre todo con transparencia. Es muy importante tener transparencia, no se pueden tener acuerdos que no estén a la luz pública", ha resaltado Guindos.