Sería la primera vez que la Comisión Europea echa el freno a un borrador presupuestario, así que Francia podría 'hacer historia' en Bruselas. Según aseguran fuentes oficiales, el Ejecutivo comunitario estaría dispuesto a rechazar los presupuestos presentados por el gobierno galo para 2015 y a exigir nuevas cuentas que cumplan mejor con las obligaciones de reducción del déficit público.
El portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, ha asegurado hoy que todavía no han recibido de forma oficial el proyecto de presupuestos de Francia y ha subrayado que "extremadamente prematuro" especular sobre si será devuelto para su modificación.
Sin embargo, la credibilidad de los nuevos poderes de Bruselas podría verse gravemente minada si países grandes como Francia e Italia desobedecen las nuevas normativas, que conceden a la Comisión Europea el derecho de exigir cambios a los borradores de presupuestos antes de presentarlos ante los parlamentos nacionales.
Los presupuestos deben enviarse a la Comisión antes del 15 de octubre. En el caso de que detecte "incumplimiento grave", Bruselas debe adoptar una decisión pidiendo a París que adapte sus proyecciones antes de fin de mes. Esta decisión sería la última que tomaría Durao Barroso como presidente de la Comisión, que se reúne el 29 de octubre
El plazo ordinario para que el Ejecutivo comunitario se pronuncie concluye a finales de noviembre, pero si tras su examen la CE concluye que hay un "incumplimiento grave" de las exigencias del Pacto de Estabilidad, está obligada a adoptar su opinión "en un plazo de dos semanas tras recibir el plan presupuestario", ha precisado el portavoz.
Las cifras de la polémica
El ministro de Finanzas galo, Michel Sapin, anunció el mes pasado que Francia tendría un déficit público del 4,3% del Producto Interior Bruto (PIB) el año próximo, muy lejos del 3% comprometido. También estarían por debajo de lo prometido los recortes de costes, que el Gobierno francés cifra en el 0,2% del PIB, frente al 0,8% que avanzó a Bruselas.
El ministro galo hizo un llamamiento a Europa para que asumiera "sus responsabilidades" en aras de un crecimiento indispensable que permita salir de la situación actual próxima a la deflación.
Así, Sapin abría la puerta a un enfrentamiento público con Bruselas al dejar constancia de que la segunda economía de la zona euro tendrá que negociar por tercera vez consecutiva con Bruselas un nuevo plazo para cumplir con la meta fijada o someterse a las sanciones previstas en el acuerdo.
A la espera de Bruselas
Hasta ahora, el Gobierno francés ha dicho que no aprobará otras medidas más allá de lo que propuso en primavera. Y es que aunque el Ejecutivo comunitario tiene poderes para pedir cambios en los presupuestos de los Estados miembros, estos no están obligados a hacerle caso.
Francia dispondrá de un plazo de tres semanas tras recibir la amonestación de Bruselas para decidir qué hacer. En este contexto, algunos miembros de la Comisión aún esperan evitar un enfrentamiento con París si el Gobierno galo anuncia nuevas reformas económicas que puedan impulsar el crecimiento en el futuro.
El Ejecutivo comunitario probablemente tratará de reforzar el procedimiento disciplinar contra Francia antes de imponer sanciones, garantizando al mismo tiempo a París los dos años más que pide para reducir su déficit al objetivo marcado por la Unión Europea.
El procedimiento sancionador, si Francia se empeña en desoír las advertencias de la CE, puede acabar con multas de hasta el 0,2% del PIB.
Este conflicto con Francia por los presupuestos podría repetirse en Italia, que también ha dicho que incumplirá sus objetivos presupuestarios.