Economía

Francia e Italia deprimen la actividad de la eurozona a mínimos de 10 meses

España no cierra el año con un alza del PIB desde 2008 con la nueva estadística.

La actividad de la empresas en la zona euro se ha estancado a niveles que no se registraban desde hace diez meses. Según el indicador PMI elaborado por Markit, este enfriamiento de las cifras en septiembre -en el 52,0 desde el 52,5 de agosto-se debió principalmente al retroceso de Francia e Italia.

La zona euro registró caídas tanto en el lado de los pedidos -52,4 puntos desde los 53,1-como en la evolución de los fabricantes y empresas del sector servicios, si bien en este último logró al menos moderar el descenso-50,3 desde los 50,7-. Unos resultados de la zona euro que el estudio tilda de "mediocres" y que advierten de "una evolución débil para el empleo futuro".

Si miramos las cifras país a país, sólo Alemania presenta unos datos positivos. En concreto, la actividad germana logra repuntar hasta el 54,1, más de dos puntos por encima de la media europea, unos números que el estudio tampoco sostiene que podrá preservar en futuras marcas.

España suspende en pedidos

Y esto es quizá lo más preocupante de las cifras, la poca evolución que, a su juicio, proyectan que tendrán en lo que queda de año. Es el caso de España, cuyo PMI retrocede a mínimos de 3 meses. Especialmente alarmante es la caída de los pedidos que, según este análisis, se reflejará en el mercado laboral. En similar situación se encuentra Irlanda, con 60 puntos pero con una caída de encargos, lo que tampoco pasará desapercibido en las listas del paro. Aun así, ambos países junto con Alemania son los que han logrado tirar de la zona euro.

Pero el empujón es tímido y aventura pocos impulsos. "La impresión general es que la economía de la zona euro está luchando contra múltiples problemas", explica Chris Williamson, economista jefe de Markit. Entre estos están, a juicio de Williamson, "la falta de demanda interna en muchos países, la falta de crédito bancario, las sanciones con Rusia y la reticencia de las empresas a expandirse de cara a un panorama económico incierto".

En este escenario de crecimiento deprimido, el estudio ve una luz entre las sombras. "Esto intensificará la presión sobre el BCE para que amplíe las medidas sobre las compras de activos planeadas, pero no sólo para comprar valores respaldados por activos, de mayor riesgo, sino también para iniciar la compra de deuda pública".

En el caso de España y, al margen de que el estudio vea pocos visos para una mejora en el empleo, el texto sí que espera "una subida trimestral del PIB". Un dato que se regirá ya por los nuevos parámetros de contabilidad.

Precisamente ayer el INE hizo público una nueva actualización del PIB acorde con el nuevo criterio que exige la UE. Según la nueva base, 2008 fue el último año que España cerró con un PIB en positivo. El cambio más significativo lo encontramos en el 2011, último año de José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno, año en el que según la nueva metodología, España no consiguió salir del estancamiento. En concreto, registró una caída del 0,6 por ciento, frente al crecimiento del 0,1 por ciento publicado en su momento. Además, la cifra de 2012 también se revisa a la baja, con un descenso del PIB del 2,1 por ciento, frente al del 1,6 por ciento estimado en un primer momento. La caída del PIB del 1,2 por ciento en 2013 sí permanece invariable.

Este nuevo cambio contable es resultado de la inclusión de actividades ilegales -como el tráfico de drogas, la prostitución o el contrabando de tabaco- así como la contabilizazión del gasto en I+D y en armamento como inversión. Además, las cifras dejan de virar sobre los datos de 2008 para pasar a hacerlo sobre los de 2010.

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