Economía

El Gobierno confía en mejorar el ritmo en 2015 pese al enfriamiento europeo

  • Montoro presentará las Cuentas Públicas al Congreso el próximo martes
  • Se basan en un escenario prudente de baja inflación y consumo estable
Soraya Sáenz de Santamaría, entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro

Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015 -que se presentarán el próximo martes al Congreso de los Diputados- se basan en un escenario de mejoría económica, pero rebajan la euforia que venía pregonando el Gobierno. Pese a todo, el paro seguirá por encima del 20%.

Resultan, pues, unas Cuentas Públicas coherentes con las recientes declaraciones del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ante el G-20, donde manifestó que España no es inmune al empeoramiento europeo, tras avanzar semanas antes que el PIB del país crecería el 1,5 por ciento en el conjunto del año.

Finalmente, el cuadro de previsiones del Ejecutivo, sobre el que giran los Presupuestos de 2015, trabaja sobre una hipótesis de crecimiento del 1,3 por ciento en 2014 y del 2 por ciento el año próximo, algo que viene a suponer avanzar prácticamente lo mismo en ambos ejercicios, puesto que el incremento previsto en el PIB de 2015 incorpora el estímulo de la rebaja impositiva que supone la reforma fiscal.

En cualquier caso, representa una mejora sustancial sobre lo inicialmente proyectado, que se concretaba en un alza del 1,2 por ciento para este año y del 1,8 para el próximo. Se trata de unas proyecciones optimistas, máxime teniendo en cuenta que el enfriamiento de la coyuntura europea lastra a todos los países de la UE.

Y en este aspecto los últimos datos avalan al Gobierno para creer que España capeará mejor que otros la situación, ya que viene avanzando más que la media de sus socios europeos. Sin embargo, la Autoridad Fiscal teme que se esté subestimando la recaída de Europa.

Más poder adquisitivo

En este contexto, el proyecto del Ejecutivo marca las líneas maestras de unas Cuentas Públicas conservadoras y prudentes que hacen suya la asunción que vienen reiterando los analistas de una inflación en el entorno de cero durante mucho tiempo. No en vano, los PGE de 2015 mantienen la congelación salarial de los funcionarios y proponen este mismo perfil de estancamiento retributivo para el sector privado, al entender que el bajo IPC y la reforma fiscal van a elevar el poder adquisitivo.

Con todo, el Gobierno de Mariano Rajoy prevé un comportamiento estable del consumo privado, que avanzaría prácticamente lo mismo este año (2 por ciento) y el próximo (2,1 por ciento). Una vez más, remite a ritmos similares en 2014 y 2015, lo que viene a constatar el estadio incipiente de recuperación y el hecho de que ésta se encuentra a merced de los vaivenes que pueda propinar el entorno.

Prueba de ello es que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha dado por buenas las previsiones del Gobierno español, pero ha alertado de que se basan en un escenario europeo más amable del que en realidad puede presentarse. Esta Autoridad, encargada de revisar las cuentas y dictaminar sobre lo acertado de sus premisas de partida, advierte de que la recaída económica en la UE puede ser más adversa de lo que el Gobierno ha calculado.

Dentro de los avances que apunta el Ejecutivo, está el del ámbito laboral. Así lo reconocen expertos y organismos internacionales: la reforma laboral ha rebajado el umbral de crecimiento que España necesita para crear empleo: antes esta frontera se situaba en el entorno del 2 por ciento y ahora se acerca al 1 por ciento. Lo prueban los datos más recientes y, como consecuencia, el Gobierno estima una creación de 622.000 empleos entre este año y el próximo. Sin duda un buen dato después de seis años seguidos de destrucción de puestos de trabajo, pero resulta insuficiente para que la tasa de paro sea inferior al 20 por ciento.

Otro de los desafíos de los Presupuestos "para la recuperación" es el logro de las metas de déficit público para cumplir con Bruselas, y en este sentido las Cuentas de 2015 han de combinar con especial habilidad la consecución de las reformas con la profundización de los ajustes. Frente al objetivo del 5,5 por ciento este año, en 2015 el saldo negativo no podrá exceder del 4,2 por ciento del PIB. Y todo dentro de un contexto internacional desfavorable.

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, entregará el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado al Congreso el martes 30 de septiembre, último día que la normativa le permite para hacerlo. Acudirá acompañado por sus secretarios de Estado. A partir de la llegada de los Presupuestos al Congreso comenzarán los plazos para su tramitación y las comparecencias de altos cargos, que se celebrarán entre el 1 y el 7 de octubre.

El déficit, tres décimas menor

España, como el resto de países europeos, está adaptando su Contabilidad Nacional al Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales SEC-2010.

Con la nueva metodología estadística, el PIB de 2013 se elevó en 26.193 millones de euros, hasta los 1.049.181 millones de euros, algo que disminuye las ratios de las magnitudes que se miden en términos de PIB, como la deuda y el déficit. En concreto, el recálculo estadístico aminora el saldo negativo de 2013 en tres décimas, desde el 6,62 hasta el 6,3 por ciento.

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