"Alemania puede usar parte de su capacidad presupuestaria para apoyar la inversión y reducir impuestos mientras mantienen su sólida posición fiscal". Así de claro se muestra Benoit Coueré, miembro del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) en un artículo de opinión que ha reproducido la propia institución.
El artículo, coescrito con el alemán Jörg Asmussen, ex miembro del BCE y secretario de Estado de Trabajo en el actual gobierno de Angela Merkel, asegura que así Alemania conseguiría afrontar mejor algunos de sus propios desafíos económicos.
Couré y Asmussen mantienen que se debe crear una estrategia basada en tres pilares para revivir la maltrecha economía de la Eurozona. Reconocen que el problema es complejo y que ninguna institución ni país van a poder acabar con el bajo crecimiento, los problemas de inflación y el gran paro y deuda de la mayoría de los países del euro.
Tres pilares para Europa
En primer lugar está la política monetaria, con el BCE actuando, como mostró la última reunión. "Y está preparado para tomar más medidas si es necesario", recuerdan.
El segundo pilar es el fiscal. Aquí es donde entran las recomendaciones a Alemania, además con un guiño a los países más castigados, para los que recomienda mayor flexibilidad. "Es un asunto de justicia con aquiellos que han hecho esfuerzos significativos para reparar sus balances".
Eso sí, tampoco dan vía libre, ya que puntualizan que aquellos sin margen de maniobra no deben deshacer los progresos hechos en materia fiscal, por lo que insisten en pedir un recorte del gasto improductivo y una bajada de impuestos que distorsionen el crecimiento.
Por último, defienden que políticas fiscales y monetarias acomodaticias no pueden compensar la necesidad de más reformas por el lado de la oferta. Este sería el tercer pilar de la reactivación. Por ello urgen a realizar más para mejorar la productividad, ya que cuanto antes se implementen, antes habrá margen de maniobra fiscal y antes se podrá garantizar el modelo social europeo.
En este punto, se dirigen directamente a Francia, a la que piden más para mejorar el empleo y reactivar la inversión empresarial, para lo que sugieren reducir las barreras de entrada en sectores protegidos y la eliminación de obstáculos para el desarrollo de las pymes.
A nivel europeo, recomiendan que los planes de inversión que ha propuesto la Comisión Europea se centren en aquellos países que tengan menor margen.