
El mundo de las finanzas, la economía, la política, y otros y variados ámbitos de la sociedad se han dado cita este sábado en Santander para despedir con un funeral a Emilio Botín, un "hombre muy bondadoso", un "optimista nato" y ejemplo del "espíritu de lucha", "sacrificio" y "tenacidad".
Estas son algunas de las palabras empleadas durante la Homilía del funeral, celebrada en una Catedral de Santander que ya estaba abarrotada desde que se han abierto las puertas más de media hora antes.
La ceremonia ha comenzado cuando pasaban unos minutos de la hora acordada, las 16.30 horas, y sólo unos instantes después de la llegada de la viuda, Paloma O'Shea, que ha sido recibida entre aplausos por los ciudadanos y curiosos que allí se concentraban.
Paloma O'Shea, con traje oscuro y gafas de sol, ha respondido apretando sus manos hacia el público que se concentraba en los aledaños de la Catedral en señal de agradecimiento.
Ha llegado más de media hora después que su hija mayor y nueva presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, que ha acudido acompañada de varias de sus hermanas y sobrinos cuando no eran aún las 16.00 horas.
Desde casi una hora antes del funeral muchos ciudadanos ya se agolpaban en la catedral junto a innumerables medios de comunicación, que se entremezclaban con coches oficiales y miembros de seguridad, que han podido asistir a la llegada de multitud de personalidades, como el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, representante del Gobierno español.
La ceremonia se celebró a iniciativa de la familia Botín, que había solicitado inicialmente que la misa funeral tuviera lugar en la Parroquia de Santa Lucía, en Santander, si bien no ha sido posible porque en ella ya había programado para esa hora otro oficio religioso, por lo que finalmente se ha optado por la catedral, debido a su capacidad.
La misa la celebró el Dean de la Catedral, Francisco Sánchez, y la homilía la pronunció el párroco de Santa Lucía, José Olano Ortiz.
El presidente del Banco Santander falleció el pasado martes, día 9, a los 79 años de un infarto en Madrid y fue enterrado este jueves en un acto íntimo celebrado en el panteón familiar en la localidad cántabra de Puente San Miguel.