Empresas y finanzas

De la Supercuenta a los patrocinos deportivos: algunos hitos de Botín al frente de Santander

El Santander creció y se transformó dentro y fuera de España durante la presidencia de Emilio Botín Sanz de Sautuola. Pero esto no quiere decir que se apartara de lo que antes habían hecho en el banco su padre y su abuelo. Ellos presidieron antes que él un pequeño banco cántabro que a fuerza de pequeñas compras y fusiones fue ganando tamaño hasta convertirse en uno de los principales actores del mercado financiero español.

Los Botín dirigen el banco hacia la expansión y con atrevimiento medido. Jugando con la ventaja ganada por golpear primero que la competencia y con el bagaje de generaciones de banqueros. Emilio Botín, que había ingresado en el Santander con 24 años, accede a la presidencia en 1986, ya entrado en la cincuentena y con la experiencia que le ha dado haber pasado por diferentes puestos, entre ellos director general, consejero delegado y vicepresidente.

El presidente del más pequeño de los siete grandes bancos que dominaban entonces el mercado español demostró muy pronto sus dotes para revolucionar el sistema, condenando al resto de entidades a seguir sus iniciativas o a soportar una pérdida segura de cuota y clientes.

La Supercuenta del Santander

En 1989 el Santander quiere avanzar en el mercado doméstico. Tener más músculo para profundizar después en la tímida incursión internacional iniciada años atrás. Son años en que la banca española aún no estaba acostumbrada a la libre competencia y Emilio Botín va a sacar al mercado de ese letargo lanzando la Supercuenta del Santander.

Es una cuenta corriente que ofrece un interés del 11 por ciento. El producto remueve el mercado y la competencia a regañadientes tiene que poner en marcha productos similares. Es un éxito rotundo para el Santander, que eleva su cuota del 8 al 14% en apenas dos años. Ésta es la primera de muchas veces en la que el Santander marca la tendencia de la banca doméstica. Bajadas en hipotecas, comisiones cero, si la estrategia es adoptada por el Santander el resto de entidades lo empieza a aplicar también.

Adjudicación de Banesto

El Santander compite con BBV y Argentaria para quedarse con la entidad que presidía Mario Conde hasta su intervención por el Banco de España, cuyo gobernador era por entonces Luis Ángel Rojo.

Cuatro representantes del supervisor y otros cuatro de la banca privada se decantan por la oferta presentada en sobre cerrado por Emilio Botín. Un defecto formal apunto estuvo de cambiar la historia del Santander, ya que en la oferta presentada no figuraba la firma de Botín. Se llama al banquero, que acude a toda prisa al Banco de España a subsanar el olvido. La adjudicación de Banesto lleva al Santander a la primera posición en España, que sobrepasa al hasta entonces líder, BBV, y al Central Hispano.

También es motivo de tensiones con la entidad vasca, presidida por Emilio Ybarra, que había pujado fuerte para hacerse con la entidad. Botín, días después de la adjudicación, confirma a todo el consejo de Banesto, que había sido nombrado de manera provisional por el Banco de España para administrar el banco hasta su subasta.

Entre los ejecutivos de BBV que quedan bajo la órbita del Santander está Alfredo Sáenz, que ocupará la presidencia hasta el año 2002, cuando es nombrado consejero delegado del grupo.

Fusión con Banco Central Hispano

Sólo cinco años después de la compra de Banesto, en 1999, el Santander vuelve al ojo del huracán. Pacta una fusión con el Banco Central Hispano de José María Amusátegui. La operación se presenta como una fusión "entre iguales", pero ni el Central Hispano tiene la relevancia del Santander ni su fortaleza ni igual participación en el nuevo grupo.

Por lo pronto, la fusión es una de las más importantes realizadas hasta la fecha en Europa y la más destacada, por su tamaño, en la historia financiera española. El objetivo de Botín, el de ganar tamaño en España para poder ser fuerte en Europa, se cumple con creces.

La operación también fuerza la reacción de BBV que abre negociaciones con Argentaria para una posible unión que se materializará un año más tarde.

En el nuevo Banco Santander Central Hispano, el choque entre las culturas empresariales y los equipos directivos provoca una guerra sorda entre los dos bandos. Una de las sacrificadas es Ana Patricia Botín, cuya salida exige el consejero delegado del grupo, Ángel Corcóstegui. La banquera tiene que dimitir de todas sus responsabilidades y retornaría al grupo años después ya como presidenta de Banesto. La paz interna sólo llegaría con la salida en 2001 del copresidente José María Amusátegui y la de Ángel Corcóstegui en febrero del año siguiente.

Cesiones de crédito y pensiones millonarias

Emilio Botín no se libró de investigaciones judiciales. Una de las causas fue por las millonarias pensiones establecidas con las salidas de Amusátegui y Corcóstegui, una demanda promovida por el exconsejero de Banesto Rafael Pérez Escolar. Al excopresidente le correspondió una cantidad de 43,7 millones de euros y a Corcóstegui, 108 millones.

En 2005, la Audiencia Nacional absolvió a Botín y los dos exdirectivos de BSCH de delito societario y apropiación indebida del que eran acusados, y al año siguiente el Supremo confirma la sentencia.

Otra de las causas que provocó que Botín se sentara en un banquillo fue por la comercialización de las cesiones de crédito, unos productos financieros con los que, presuntamente, los clientes podrían haber eludido el pago de retenciones fiscales. La acción popular contra Botín y algunos de sus directivos fue promovida por abogados cercanos a Pérez Escolar, el archienemigo del banquero desde que éste adquirió Banesto.

La Audiencia Nacional primero, el Supremo y el Constitucional después archivaron la causa. Para la historia judicial queda la "doctrina Botín", según la cual el Supremo estableció que si la Fiscalía no acusa ni tampoco lo hace la acusación particular, el proceso no puede prosperar por la iniciativa de la acusación popular.

Dimisión de Alfredo Sáenz

El tándem Botín-Saénz se deshace en 2013 cuando el consejero delegado presenta la dimisión. En el sector se asegura que Economía forzó esta decisión, a pesar de que las nuevas normas europeas sobre honorabilidad libraban a Sáenz de cualquier mancha derivada de una sentencia condenatoria por acusaciones falsas durante su etapa en Banesto, en el año 1994.

El consejero delegado llevaba ligado al banco desde la adjudicación de Banesto y once años siendo el brazo derecho de Botín.

Absorción de Banesto

El año pasado el Santander decide absorber las dos únicas marcas que quedaban independientes. Una es Banif, su división de banca privada, cuya imagen había quedado tocada por la comercialización de fondos islandeses, productos estructurados de Lehman Brothers y fondos de Madoff. El otro es Banesto, que se había mantenido independiente y cotizando en bolsa durante los 19 años en los que contó con el Santander como máximo accionista.

Banesto, con su negocio minorista y de pymes, centrado en el mercado doméstico, también se resiente de la crisis financiera global. Con su absorción, el Santander optimiza la red y los recursos y se prepara para activar sus ingresos en España. Con Banesto desaparece una de las marcas más antiguas de España, con 110 años de historia.

Patrocinio deportivo

El Santander se volcó en los últimos años con el patrocinio deportivo. En América está detrás de las tres mayores competiciones de clubes de fútbol: La Copa Libertadores, la Copa Sudamérica y Recopa Sudamericana. Además también patrocina la Copa América de Naciones.

Esto quiere decir que está detrás de las mayores competiciones de fútbol del continente. No es casual.

El Santander apuesta por tener relevancia en competiciones muy seguidas en los mercados donde está presente. Esto le da relevancia de marca global y le hace cercano en cada uno de los mercados americanos donde tiene actividad, entre ellos, Brasil, México, Argentina, Chile o Colombia.

Pero donde más ha destacado el banco en los últimos años es en Fórmula 1, primero con McLaren y después con Ferrari. Su participación en este deporte, donde es seguido con pasión en los tres principales mercados del Santander (Brasil, Gran Bretaña y España) mejora la percepción del Santander como banco global entre sus clientes, además de hacer más notoria y valiosa su marca.

La celebración de los grandes premios, a los cuales asiste Botín, es aprovechada para celebrar reuniones con autoridades políticas, inversores y personas del mundo de la cultura. La entrada de Qatar en la filial brasileña, por ejemplo, se fraguó en la Fórmula 1.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky