
La renta disponible de los españoles no ha notado que la economía ya lleva un año creciendo. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ascendió a 256.823 millones de euros en el segundo trimestre del año, lo que supone una mínima caída, del 0,01%, frente al mismo periodo del año pasado. Este descenso la sitúa a niveles del año 2007 con el matiz de que desde entonces la inflación ha sido del 13%.
Es decir, este indicador, que refleja cuánto dinero hay realmente disponible para el gasto final, no ha notado que el PIB ha engordado un 1,2% desde junio de 2013 en un entorno de inflación prácticamente nula.
Si este estancamiento puede ser preocupante, lo es mucho más si se compara con los ejercicios anteriores. Los 256.823 millones de euros son el nivel más bajo en un segundo trimestre desde el año 2006.
Pérdida del 13% de poder adquisitivo con la crisis
De hecho, la cifra es muy similar a la que se registraba en el año 2007 (261.350 millones de euros) con el matiz desde que desde entonces la inflación ha sido del 13,3%, lo que significa que el poder adquisitivo de los españoles se ha reducido en esa misma proporción.
Desde el techo de 2008, la renta disponible de los españoles se ha reducido un 4,6%. Un comportamiento que contrasta con la fulgurante subida que tuvo durante los primeros años de la década pasada, como se aprecia en el gráfico. La crisis económica y las subidas de impuestos como consecuencia de la consolidación fiscal son los principales causantes de esta caída.
Por el contrario, entre 2000 y 2008, la renta disponible de los ciudadanos (en los segundos trimestres del año) creció un 72%. Esto se debe casi a partes iguales al efecto de la inflación (32,1% acumulada en esos ocho años) y al crecimiento de la economía. Entonces, el avance del PIB sí se convertía en prosperidad.