El proceso soberanista se ha visto afectado por la declaración de Pujol
Arranca un nuevo curso político catalán marcado por la consulta soberanista, que el Ejecutivo catalán prevé celebrar el 9 de noviembre. La hoja de ruta trazada por el Gobierno de Artur Mas se ha visto afectada por la confesión del expresidente Jordi Pujol, un escándalo que CiU ha intentado desvincular del proceso soberanista, que vivirá sus momentos álgidos en los próximos meses.
El Ejecutivo catalán retoma hoy la actividad después del verano tras el balance que hizo el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el 5 de agosto, cuando se reafirmó en su compromiso de convocar la consulta el 9N. Tras el paréntesis vacacional, el consejo ejecutivo se reúne hoy para trazar la hoja de ruta y los objetivos de los próximos meses, un encuentro que se produce unos días después de que el Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) diera luz verde a la ley catalana de consultas que el Parlament prevé aprobar en septiembre.
El partido de Mas afronta una nueva etapa después de que Josep Antoni Duran Lleida comunicó a finales de julio que dejaba la secretaría general de CiU.
Además, ese mismo mes el diputado de CiU en el Parlamento catalán y secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) Oriol Pujol renunció a su acta de diputado y abandonó la Secretaría General del partido tras estar imputado en el caso de las ITV.
Una fecha clave en el calendario catalán es el 11 de septiembre, cuando la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium Cultural han organizado una concentración en forma de V, en la que ya se han inscrito 220.000 personas.
Paralelamente, está el acto que la plataforma contraria a la independencia Societat Civil Catalana ha organizado para la Diada, al que la socialista Carme Chacón ha anunciado que asistirá. Unos días después se celebrará el debate de política general en el Parlament, los días 16, 17 y 18 de septiembre.
