
El Gobierno de Gibraltar ha reaccionado ante las acusaciones de Olaf, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, que le acusa de contrabando de cigarrillos.
Después de que, tal y como adelantara elEconomista el pasado 20 de junio, se limitara la venta de tabaco a un cartón por habitante como medida para frenar el tráfico ilícito, fuentes próximas al Ejecutivo de Fabian Picardo han confirmado que se limitará la importación a un máximo de 90 millones de cajetillas. Actualmente, entran en la colonia británica alrededor de 110 millones.
El problema es que según denuncia la Hacienda española, y ha corroborado ahora Olaf, la mayor parte de ese volumen se destina al contrabando.
"Para que el consumo fuera doméstico, cada gibraltareño, incluidos los bebes, debería fumar 9 cajetillas al día", aseguran en Hacienda. Todo parece indicar que esa rebaja no será, sin embargo, suficiente para el Gobierno español, de acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico.