
Mientras Mariano Rajoy prepara su encuentro con la todopoderosa Merkel para trabajarse la presidencia del Eurogrupo para Luis de Guindos, en el seno del Gobierno y del PP ya comienzan a moverse los aspirantes a recoger la cartera de Economía. Y en la carrera todos los que son y tienen mando en plaza en el partido coinciden en dos destacados candidatos: el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, con una apreciable ventaja para el primero.
Álvaro Nadal, que no oculta a sus más íntimos que quiere dejar ya el trabajo oscuro de la fontanería, tiene en su haber que es uno de los hombres del presidente, leal y eficaz colaborador de Cristóbal Montoro, Junto a Fátima Báñez, durante la larga travesía de la oposición y pertenece al reducido círculo de adjuntos a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, cuya influencia sobre Rajoy sigue siendo decisiva y muchas veces decisoria. Es también el secretario de Economía de la Ejecutiva Nacional, y en las dos últimas semanas ha empezado a salir de la sombra para tomar un protagonismo que culminará el próximo viernes en la escuela de verano de FAES.
"Álvaro tiene todas las papeletas, aunque si hay alguien cuyos designios son inescrutable y hasta contradictorios ese es Rajoy", asegura un destacado dirigente del Grupo Popular.
"Política Socialdemócrata"
Frente al otro grupo del Partido, los más descontentos con la que consideran "política socialdemócrata" de Montoro, apuntan a García-Margallo. El titular de Exteriores ya aspiraba a la cartera de Economía en el primer gobierno de Rajoy, y esa sigue siendo su aspiración y su vocación natural. Portavoz de Economía y Hacienda del Grupo Popular en el Congreso entre 1989 y 1993, y vicepresidente de la Comisión de Asuntos y Monetarios del Parlamento Europeo desde 1999, su buena relación con Angela Merkel fue decisiva para que el presidente del Gobierno le encargara la cartera de Exteriores.
Un Ministerio al que García-Margallo ha dado una evidente orientación económica, erigiéndose en abanderado de la Marca España y de la internacionalización de las empresas españolas, lo que le ha costado serios enfrentamientos con el equipo que todavía dirige De Guindos en Economía.
Ese y su poca sintonía con Montoro, son los factores que juegan en su contra, porque lo que menos quiere ahora Rajoy, si consigue colocar a De Guindos en Europa, es repetir la bicefalia que tantos quebraderos de cabeza le ha dado en lo que llevamos de legislatura. En caso de ser Margallo el elegido, para la cartera de Exteriores suena Jorge Moragas, el jefe del Gabinete del Presidente del Gobierno.
Una tercera opción para Economía, aunque minoritaria en las quinielas, es la del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Méritos no le faltan, pero su vinculación con Aznar ni gusta ni convence en La Moncloa.