El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha anunciado hoy una batería de medidas para intentar relanzar la economía de la Eurozona. Así, además de recortar el precio del dinero al 0,15% y cobrar a la banca por guardarle el dinero, ha comunicado la puesta en marcha de LTROs, posibles compras de ABS y una inyección de liquidez de hasta 400.000 millones a la banca. Pero, ¿en qué consisten estas medidas?
Inyecciones de liquidez
Mario Draghi ha anunciado en rueda de prensa nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo condicionadas por un importe de hasta 400.000 millones de euros. En inglés estas inyecciones se conocen como Target Long Term Refinancing Operation, de ahí que se refieran a ellas como TLTRO.
Los bancos que quieran optar a esta liquidez tendrán dos subastas, una en septiembre y otra en diciembre de 2014. Aunque podría poner otras subastas extraordinarias entre marzo de 2015 y junio de 2016. En todo caso, deberán devolver el dinero en septiembre de 2018, es decir, cuatro años más tarde.
Son inyecciones de liquidez condicionadas porque la intención es que se dedique el dinero a pymes y llegue a la economía real, por lo que el dinero que preste el BCE a la banca no podrá servir para financiar la compra de viviendas.
Los bancos que no cumplan las condiciones deberán devolver el dinero en septiembre de 2016, ha advertido el banquero central.
Subastas de liquidez
Además de las dos inyecciones de liquidez extraordinarias, el BCE prolongará las subastas de liquidez a tipo fijo a medio plazo hasta al menos diciembre de 2016.
Esto significa que los bancos no tendrán problemas para que el organismo les preste dinero mensualmente hasta dentro de dos años. Un intento más por parte del banco central de que fluya el crédito a la economía real.
Compras de ABS
Los ABS son asset-backed securities, similar a la titulización de activos. Con respecto a estos instrumentos, Draghi ha informado de que el Consejo de Gobierno ha decidido intensificar los trabajos prepatorios para realizar compras de este tipo de activos.
¿En qué se traduce esta medida? En crear un pequeño mercado de deuda corporativa europea, que se encuentra estrangulado desde 2007. Así, una empresa española podrá titulizar su deuda con otra alemana, portuguesa o cualquier otro país de la eurozona y vender ese paquete a inversores.
Esta medida no es inmediata y solo es una anuncio, ya que Alemania siempre se ha mostrado contraria. Al respecto, Draghi ha dejado claro que el BCE solo considerará comprar valores "simples y transparentes".
Facilidad de depósito
A partir de junio el BCE cobrará a la banca por guardar el dinero de los bancos de la zona euro. El tipo que ha fijado es un 0,10%, por lo que la banca tendrá que pagar por dejar el dinero en la caja fuerte del organismo emisor.
Esta medida persigue es los bancos no quieran dejar el dinero "guardado" porque les cuesta dinero y que éste fluya así hacia la economía. Hasta abril, la banca española tenía depositados 1.960 millones de euros en la caja fuerte del BCE.
La facilidad de depósito no afecta a los pequeños ahorradores. Ellos no tienen que pagar por tener sus ahorros en el banco, así que es una medida que solo afecta a las entidades financieras que guarden su dinero en el BCE.
Esterilización de activos
El BCE suspenderá las operaciones de esterilización de la liquidez inyectada a través de la compra de bonos en los mercados secundarios. Es decir, hasta ahora el banco central compraba bonos en el mercado secundario en el marco del Programa para el Mercado de Valores (SMP, en sus siglas en inglés) e inmediatamente, a la semana siguiente, retiraba ese dinero con subastas de drenaje.
En estas subastas de drenaje el BCE realiza una subasta inversa. En ella paga a los bancos hasta un 0,25% para retirar del sistema el importe comprado en deuda. Con esto consigue que no se produzca una política expansiva de la economía y que no suba la inflación.
Ahora al eliminarlas, la inflación podría elevarse, que es lo que persigue el BCE ya que su previsión de inflación para 2014 es del 0,7%. Muy lejos del objetivo del 2% de la entidad. El fin a la esterilización podría traducirse, según apuntan algunos analistas, en unos 160.000 millones de euros de impacto en la economía.