El nuevo Índice de Restrictividad del Comercio de Servicios de la OCDE (o STRI por sus siglas en inglés) de la OCDE ha destacado a España como ejemplo de país liberal, ya que cuenta con un índice menor que la media en 15 de los 18 sectores analizados.
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El nuevo índice, presentado durante la Conferencia Ministerial de la OCDE celebrada el 6 y 7 de mayo, proporciona una foto actual de las barreras al comercio de 18 sectores de servicios en 40 países que representan el 80% del comercio mundial de servicios.
Del análisis sobre España se deduce que la regulación general que se aplica a todos los sectores es bastante liberal y que no existen impedimentos genéricos a la inversión extranjera. Además, las compras públicas están reguladas según el principio de no discriminación y España es un país abierto al comercio que se realiza mediante el movimiento de personas físicas.
España es además el país con menos restricciones en dos sectores -banca comercial y distribución comercial- y figura entre los primeros 6 puestos en 8 de los 18 sectores del estudio.
El sector servicios es importante para la economía española, ya que el 59% del valor añadido de las exportaciones son servicios, notablemente por encima de la media de la OCDE, que se sitúa ligeramente por debajo del 50%.
El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, ha asegurado que los mercados de servicios pueden realizar una contribución notable al crecimiento de cara al objetivo de crecimiento del 2% de las economías del G20.
Este nuevo índice diseñado por la OCDE ayudará a los países a comparar sus resultados, a los negociadores comerciales a eliminar cuellos de botella, a los responsables de política económica a detectar áreas prioritarias de reforma y a las empresas a identificar los requerimientos que deben cumplir para acceder a los mercados exteriores.
El índice se compone de una base de datos regulatoria disponible on-line que contiene la legislación aplicable al comercio de servicios de cada país en los distintos sectores; y una serie de índices que cuantifican las restricciones al comercio agrupándolas en cinco categorías. Los índices toman valores entre cero y uno, siendo el valor cero atribuible a una liberalización total del comercio y la inversión, y el valor uno a un sector totalmente cerrado al exterior.
A nivel general, el índice muestra que los niveles medios de restrictividad son significativos y varían entre países, lo que implica que existen oportunidades de liberalización y aplicación de las mejores prácticas en todos ellos.
Los sectores más restrictivos a nivel global son transporte aéreo, los servicios legales y los servicios contables, todos servicios facilitadores del comercio y cuya apertura podría aportar beneficios potenciales.
Las barreras a la propiedad extranjera están muy extendidas entre los sectores de infraestructuras, mientras que las restricciones al movimiento de personas y los requisitos de nacionalidad son las principales barreras al comercio de servicios profesionales. En el caso de los servicios de construcción, destacan las barreras a las compras públicas.