El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó hoy que los republicanos del Senado "dijeran que 'no' a ayudar a millones a salir de la pobreza" al bloquear un proyecto de ley para aumentar el salario mínimo federal, pero advirtió que ese partido "no tendrá la última palabra" en el debate sobre el asunto.
Poco después de que los republicanos de la Cámara alta bloquearan la posibilidad de votar siquiera sobre un proyecto de ley para aumentar el salario mínimo federal de los 7,25 dólares la hora a los 10,10 dólares (de 5,2 a 7,2 euros), Obama mostró su decepción en un acto con trabajadores que según la Casa Blanca se verían beneficiados por la medida.
"Si hay alguna buena noticia en todo esto, es que los republicanos en el Congreso no tendrán la última palabra en este asunto ni en ningún otro. La tendrán ustedes, el pueblo estadounidense, los votantes", sentenció Obama desde la Casa Blanca.