Economía

Los pilares de la recuperación británica

Los flujos de inversión pasan por Reino Unido, generan puestos de trabajo, PIB y también demanda por la libra. Los expertos creen que será la divisa más fuerte del año.

Si Londres no era ya, por tradición, el centro financiero europeo, ahora lo será más con la aplicación de la mal llamada tasa Tobin (el Nobel de Economía de 1981 nunca propuso el impuesto tal y como lo aplicará Bruselas) en la eurozona. La City podría ser el nuevo destino de muchas operaciones financieras que hoy se realizan en los países del área del euro, lo que será un impulso para su economía y elevará la demanda sobre la libra. Será un factor más para hacer de la libra la divisa más fuerte de 2014. Los expertos tienen pocas dudas, ya que creen que la moneda británica se coronará este año como la más alcista dentro de los países desarrollados. Argumentos para confiar en ello no faltan, con una economía en clara recuperación, una política monetaria que comenzará a dar pasos hacia la normalización en cualquier momento y un mercado financiero en pleno crecimiento. "Una economía en auge" como definió el Banco de Inglaterra en su última reunión, la de principios del mes de abril.

De todas las divisas más negociadas del mundo, sólo tres consiguen apreciarse frente a la libra desde el inicio del año: el yen japonés, que rebota este año después de caer un 20 por ciento en 2013 y las dos divisas oceánicas: los dólares australiano y neozelandés, dos activos de elevada volatilidad y que generan rentabilidad en fases de apetito por el riesgo de los inversores. Sin embargo, en su cruce frente al euro y especialmente frente al dólar, gana posiciones con fuerza. La divisa consiguió superar, durante la última semana, los 1,68 dólares, niveles que no se veían en cinco años, lo que refleja la confianza de los inversores en la divisa. Ni siquiera la fortaleza del euro es suficiente para batir a la libra, que este año ha llegado a marcar niveles no vistos desde enero de 2013 por encima de 1,22 euros.

Se puede pedir más

La banca de inversión espera mayores ganancias para la joya de la corona británica en los próximos meses. "Estamos ante una fuerte recuperación del Reino Unido por lo que mantenemos nuestras previsiones de ver en el segundo trimestre la libra encima de los 1,70 frente al dólar y 1,25 frente al euro", explica el equipo de análisis de Ebury Partners. De cara al cierre del año, algunas casas de análisis son muy optimistas con la libra. Citigroup cree que cerrará el ejercicio en 1,73 dólares y que se irá hasta 1,75 dólares en 2016. "Los inversores largos en libras no deberían asustarse en estos niveles", explica Sam Hewson, jefe de tipo de cambio para el norte de Europa de Citigroup.

De cumplirse estas estimaciones supondría una revalorización de la libra para este ejercicio del 4,5 por ciento y podría marcar el mayor avance de la moneda desde el año 2009. Unicredit estima que el cruce se situará en 1,72 y Banco Santander pronostica un tipo de cambio en 1,70 dólares, según las estimaciones recogidas por Bloomberg. Unas previsiones que todavía hacen más atractivas las inversiones en el país y que pueden ayudar a atraer más capitales. "La libra seguirá mostrando su fortaleza este año, en especial en su cruce frente al dólar", explica Javier Santacruz, analista de oro y finanzas.

¿Qué da la razón a los alcistas?

La recuperación económica es causa y consecuencia de la solidez financiera que está mostrando el Reino Unido en los últimos meses. Después de una recesión de cinco trimestres, el país ha conseguido apuntalar la recuperación de su economía con unas tasas de crecimiento internanual que se sitúan en el 2,7 por ciento (al cierre del cuarto trimestre de 2013). El avance de los precios de algunos activos, especialmente en el mercado inmobiliario, ha generado que cada vez más voces pidan al Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) una subida de los tipos de interés. De hecho, muchos analistas creen que puede ser la primera economía desarrollada que suba el precio oficial del dinero, y que podría incluso adelantarse a la Reserva Federal. El consenso de mercado recogido por Bloomberg sitúa esta fecha en el segundo trimestre de 2015, periodo en el que esperan que la entidad suba los tipos en un cuarto de punto hasta el 0,75 por ciento y a finales de año ya podría alcanzar el 1,25 por ciento.

El mercado ya ha comenzado a adelantarse a esta subida de tipos, un hecho que se refleja en la evolución de los tipos de interés de la renta fija y en el tipo de cambio. De hecho, el avance generalizado de las rentabilidades de los distintos activos de renta fija en el país podría comenzar a atraer el ahorro de los inversores en el futuro, lo que también empujará a la libra al alza. El tipo de interés del bono británico a 10 años ha avanzado casi un 60 por ciento en los últimos 12 meses, hasta el punto de que ofrece actualmente una rentabilidad que supera en más de 60 puntos básicos el que ofrece el título francés. Una situación que no se responde a la evolución económica del país, sino que es fruto de la expectativa de una futura subida de tipos en el país. De hecho, este interés extra que comenzó a forjarse en el momento en el que el país comenzó a valorar las posibilidad de comenzar a subir el tipo de referencia del Banco de Inglaterra desde el 0,5 por ciento actual.

Cada vez más expertos piden una subida del precio del dinero para frenar una burbuja inmobiliaria que ya está en ciernes. Los principales indicadores del mercado de viviendas se sitúan en niveles no vistos desde antes de la crisis (datos de 2008 posteriores a la quiebra de Lehman Brothers). El volumen de concesión de hipotecas nuevas ha marcado en 2014 el nivel más alto desde el año 2007 con un máximo de 78.000 créditos concedidos en un solo mes. Además, la subida del precio de la vivienda alcanzó en marzo el 9,5 por ciento interanual, según Nationwide. Son sólo dos de los indicadores que advierten del delicado avance situación del mercado inmobiliario del país. "Convendría subir los tipos de interés para frenar la burbuja inmobiliaria", advierte Santacruz, quien reconoce que "ya se ha hecho camino", pero que podría empeorar todavía más si la concesión de préstamos hipotecarios sigue avanzando a este ritmo.

El miedo del BoE

El Banco de Inglaterra se marcó como objetivo rebajar el nivel de paro por debajo del 7 por ciento para comenzar a retirar su política monetaria expansiva. Actualmente mantiene los tipos de interés en el mínimo del 0,5 por ciento y mantiene en balance las compras de activos por valor de 375.000 millones de libras. El objetivo parece cumplido ya que las últimas cifras publicadas apuntan a un desempleo del 6,9 por ciento, sin embargo, la entidad ha decidido retrasar la normalización de su política monetaria. "El argumento principal que emplea el BoE es que si suben el precio oficial del dinero, se apreciará todavía más el tipo de cambio", indica Santacruz. En cualquier caso, la recuperación de la economía y del mercado laboral forzarán a la entidad presidida por Mark Carney a elevar los tipos de interés en los próximos trimestres.

Las propias estimaciones del Banco de Inglaterra apuntan al optimismo, ya que esperan un avance del PIB para el conjunto del año del 3,4 por ciento, un nivel que no se veía desde el año 2007. Al mismo tiempo, estiman una caída del paro hasta el 6,7 por ciento al cierre del ejercicio y que podría irse hasta el 6,4 por ciento al cierre del año. Unas cifras que, de confirmarse, dejarán pocas dudas sobre la fortaleza de la recuperación de la economía del país y que hará que la asistencia monetaria sea más un impedimento para que el país alcance un crecimiento sostenible.

Un mundo sin inflación

La relajación del nivel de precios en los últimos trimestres podría dar más tiempo al Banco de Inglaterra antes de comenzar a subir los tipos de interés oficiales. La caída global de los precios de la energía a nivel global así como la fortaleza de la libra, que reduce los precios de las importaciones, ha abierto una fase de debilidad de los precios que todavía continúa. El IPC acumula hasta marzo ocho meses consecutivos de reducción de su crecimiento: si a mediados de 2013 avanzaba a ritmos próximos al 3 por ciento, en marzo apenas alcanzó el 1,6 por ciento. Unas cifras que podrían permitir al BoE posponer su decisión de subida de los tipos de interés por un tiempo: podría ser, por ejemplo, durante todo 2014. Esto permitiría al país seguir manteniendo un elevado nivel de flexibilización monetaria con el precio del dinero en niveles históricos, hasta apuntalar la recuperación de la economía del país y rebajar la tasa de desempleo. En cualquier caso, las expectativas de las principales instituciones para el país son más que positivas. De hecho, es el propio BoE el más optimista, ya que espera un crecimiento de la economía del país del 3,4 por ciento en el conjunto del año. Otros organismos, como el FMI o la OCDE esperan un avance del PIB del 2,9 y del 2,4 por ciento respectivamente.

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