
Los países europeos se afanan en tomar medidas con las que garantizar la recuperación de sus respectivas economías. Mientras Francia anuncia una congelación de pensiones y de sueldo de funcionarios, Italia está dando los últimos retoques a su bajada de impuestos, con la que espera impulsar la estancada demanda interna.
Hoy podría haber novedades, ya que el Gobierno de Matteo Renzi se reúne para acordar los detalles, después de haber anunciado el pasado mes de marzo que aprobará una rebaja de impuestos a los ciudadanos que ganen menos de 1.500 euros al mes, valorada en 10.000 millones de euros y que afectará a unos diez millones de italianos.
80 euros al mes
La reforma sobre los impuestos, que en palabras de Renzi permitirá estos ciudadanos disponer de unos 80 euros más al mes, está previsto que entre en vigor el próximo mes de mayo.
Pero, cuando anunció la reducción fiscal en su primera conferencia de prensa tras asumir el cargo, no presentó la legislación necesaria para llevarlo a cabo. Y esto es lo que se espera que suceda hoy, en el encuentro en el que el Ejecutivo transalpino aprobará el decreto "para la competitividad y la justicia social". Se espera que Renzi presente en rueda de prensa las decisiones tras la reunión, sobre las 16:30 de la tarde.
Renzi, un político habilidoso que hace campaña para las elecciones europeas del próximo mes, probablemente se centre más en la reducción fiscal que en la reducción del gasto necesaria para financiarlo. En este sentido, el primer ministro ya había adelantado que se realizará mediante una combinación de reducción de gastos y un aumento del endeudamiento.
El primer ministro de 39 años, exalcalde de Florencia, asumió el poder en febrero sustituyendo a un rival de su partido y ahora necesita apuntalar su credibilidad política y legitimarse en el Gobierno. "Estamos dando 80 euros al mes a seis millones y medio de personas, mientras que unos 2,8 millones recibirán entre 60 y 80 euros", asegura Renzi en una entrevista online con La Stampa.