Economía

José Viñals: "Los bancos están para financiar la economía y no a los Estados"

  • José Viñal es el Director del Dpto. Monetario y de Mercados de Capital del FMI
En la imagen, José Viñals.

Tras cinco años al frente del Departamento Monetario y de Mercados de Capital del Fondo Monetario Internacional, José Viñals reconoce que lo que realmente le gustaría ser "es presidente del Real Madrid". Sin embargo, con un crudo realismo señala que eso no es posible "porque hay que ser muy rico". Dicho esto, el ex subgobernador del Banco de España afirma que estar al mando del área monetaria y financiera del Fondo en un momento como el actual "es un trabajo fascinante". "Los cinco años que llevo aquí creo que han merecido la pena". En la actualidad, dice que con la baja inflación acorralando la recuperación en Europa, lo más importante ahora es garantizar el saneamiento de la banca, tanto española como europea.

¿Deberían los test de estrés de la banca europea implantar un escenario extremo como hacen las pruebas estadounidenses? Y... ¿debería estresarse la deuda soberana?

No podemos comparar las pruebas realizadas en EEUU y recién publicadas con las realizadas por la EBA en Europa hace unos años. Habría que compararlas con las que se van a realizar este año. Eso sí, todavía no tenemos la información suficiente como para saber cuál va a ser ese escenario adverso. Lo que sí sabemos es que el diseño de los test de estrés se hará con unos criterios de rigor y de claridad que van a ser comparables a los norteamericanos. Esto es muy importante para dotar de credibilidad y fortaleza al ejercicio. En una prueba de estrés, un escenario adverso es una realidad económica alternativa que es suficientemente difícil como para alejarse de lo que consideramos como más probable, pero al mismo tiempo que sea plausible. En lo que se refiere a la deuda soberana, en la medida en que las pruebas incluyan una perturbación que contemple un incremento de los tipos de interés, dichas subidas afectarán a la rentabilidad de la deuda y, por lo tanto, indirectamente supondría un shock que afectaría a todos los activos, incluyendo a los activos de deuda pública.

Pero, ¿se debería tratar esa deuda pública de forma distinta según su país de procedencia?

Los criterios de valoración sobre la deuda soberana en Europa son claros. La deuda pública tendrá una evaluación en las pruebas de esfuerzo en lo que se refiere a sus precios de mercado en función del shock al que se sometan los tipos de interés. En principio, no hay mayores distinciones, como tampoco el marco regulatorio actual hace distinciones en términos de ponderaciones de riesgo según la deuda pública de un país u otro de la Unión Europea.

Estas pruebas también incluirán un examen al negocio internacional de la banca europea. La banca española es la segunda mayor de Europa con exposición a los mercados emergentes. ¿Si estos sufren deberíamos preocuparnos?

No debemos interpretar un hecho estadístico como una señal de alarma, más bien al contrario. La diversificación y penetración de la banca española en el exterior ha sido un factor de fortaleza y de diversificación de nuestros principales bancos y ha sido un pilar de solidez durante estos difíciles años por los que hemos pasado. Mientras el negocio bancario en España experimentaba las dificultades propias de un país que atraviesa una situación económica muy difícil, el negocio en el exterior, y concretamente en los países emergentes, rendía unos beneficios muy importantes para la solidez del grupo. Esto ha sido un elemento de extraordinaria fortaleza en el caso de los principales bancos españoles que han invertido en economías emergentes. Además, la banca española tiene su participación mayoritariamente en forma de filiales y éstas son un vehículo que tiene la ventaja de evitar el contagio si hay problemas en una economía emergente determinada. Esta estructura evita el contagio entre unas y otras partes del grupo y por tanto son compartimentos estancos que, como en un barco, evitarían la inundación total en el caso de que hubiera vías de agua importantes.

Otro problema importante en Europa es el excesivo endeudamiento de las empresas. ¿Debería titulizarse la deuda de las compañías demasiado endeudadas pero que sean viables?

Si las empresas no son viables lo que hay que hacer es liquidarlas. Un sistema no debe tener ni empresas ni bancos zombis. Si las empresas son viables y tienen serias dificultades para poder levantar el vuelo, debido al peso de su endeudamiento, deberían poder resolver el problema mediante procesos de renegociación entre los bancos acreedores y las empresas deudoras. En el caso de España se han dado pasos muy importantes a través de modificaciones legales que permiten aumentar la flexibilidad y facilitar estos procesos de reestructuración de las deudas. Esto, junto a la limpieza y saneamiento de los balances bancarios, podría ser bueno para que algunas compañías tengan la capacidad, que ahora no tienen, de generar empleo e invertir sin el peso de una deuda importante. Sin embargo, este modelo sólo debe aplicarse con empresas viables y, en la práctica, no siempre es fácil determinar esta viabillidad.

¿Ha culminado la reestructuración bancaria en España o quedan retos pendientes?

Hay aspectos de la mejora de la economía española que van a ayudar naturalmente, pero también es verdad que, como indicamos en el informe final sobre la reforma del sistema financiero en España, en el país se ha hecho mucho en términos de fortalecer con capital adicional a las entidades, aumentar las provisiones y reestructurar las cajas de ahorros y otras entidades de crédito. Esto ha venido acompañado de la puesta en marcha de iniciativas de carácter normativo que permiten a España contar con un marco más acorde para la prevención y el manejo de crisis. Pero es verdad que la situación económica europea todavía es complicada y la salida de la crisis está siendo muy lenta al mismo tiempo que los préstamos dudosos siguen siendo importantes en los balances de los bancos. Esto quiere decir que todavía hay que mantener la guardia alta. Tendremos que ver qué recomendaciones surgen del proceso de evaluación de calidad de los activos y las pruebas de esfuerzo y, si se requiere, actuar en consecuencia. Hay que seguir haciendo todo lo posible para que los bancos españoles tengan los niveles de capitalización y de provisiones adecuados. En la medida en que la economía española avance en su recuperación será cada vez más rentable para los bancos hacer negocio a través de una demanda de crédito solvente. Para eso existen los bancos modernos, para financiar la economía, no para invertir en deuda pública y financiar al Estado.

La rentabilidad de la banca sigue sin recuperar niveles previos a la crisis. ¿Es esto fruto del ciclo económico o nunca volveremos a dichos niveles?

Como miembro del Consejo de Estabilidad Financiera que diseña la regulación financiera mundial en representación del FMI puedo decir que la rentabilidad que hemos visto antes de la crisis en el conjunto de la banca internacional era muy elevada. Esto estaba provocado por una toma excesiva de riesgos y por eso ahora la regulación internacional busca sistemas bancarios más seguros. El precio de la seguridad es una menor rentabilidad para el accionista. Esto es bueno e importante para el conjunto de la sociedad porque un sistema bancario que no sea sólido acaba generando unos problemas extraordinarios, como hemos visto, para el conjunto de la sociedad y los contribuyentes. Por ello, volver a las tasas de rentabilidad de antes de la crisis no es posible. Es importante que la banca en este nuevo entorno tenga unas tasas de rentabilidad razonables de actividades que estén más en línea con el apoyo a la economía y tengan menor participación en otros productos. Estos productos, más complejos y especulativos, no han sido importantes en el caso de los bancos españoles, pero sí en el de muchos bancos internacionales.

¿Mencionaba usted la relación entre los bancos y su tenencia de deuda soberana. Un cordón umbilical peligroso que en el caso de la banca española parece volver a crecer. ¿Cómo reducimos este riesgo?

La Unión Bancaria en Europa va a ser un elemento que favorezca el que se diluya este nexo de unión entre el riesgo bancario y el soberano. Cuando se pongan en marcha los procesos de recapitalización directa de la banca a través de los fondos europeos, como el Mecanismo de Estabilidad Europea, se contribuirá a romper el vínculo entre ambos riesgos. Si el Mecanismo Europeo de Resolución incluye elementos de mutualización de riesgo, en el futuro habría una línea de defensa pública que contribuiría todavía más a cortar ese vínculo. Sin embargo, algo que reducirá ese vínculo de manera natural va a ser la propia salida de la crisis porque a medida que los bancos vean que el negocio de crédito les permite volver a su negocio natural, lo harán, ya que en términos de rentabilidad y riesgo les compensa más que financiar la compra de deuda pública. De todas formas, es lógico que los bancos tengan deuda pública en su balance hasta cierto punto, pero no con los porcentajes tan elevados que han tenido los bancos en esta crisis, sobre todo en países como España e Italia.

En un momento de baja inflación en Europa, ¿qué medidas debe aplicar el Banco Central Europeo para evitar el estancamiento?

Europa tiene una tasa de inflación muy baja, en parte como resultado de la debilidad de la recuperación económica. También factores como los precios de energía, de los alimentos, y factores impositivos están contribuyendo de alguna manera a reducir las tasas de inflación. Pero aún así, la inflación subyacente está en unos niveles muy bajos debido en buena parte a la debilidad económica. Un factor muy importante para el relanzamiento de la economía europea, y donde el BCE tiene un papel fundamental junto con las autoridades nacionales, es restablecer plenamente la confianza en la salud de los bancos. Eso es lo más importante para salir poco a poco de la trampa de bajo crecimiento y baja inflación. Por otro lado, el BCE puede utilizar otros instrumentos de política monetaria, como tipos negativos, compra de bonos o elementos que favorezcan la titulización. Sin embargo, lo más importante ahora mismo es que el ejercicio de revisión de calidad de los balances bancarios, las pruebas de resistencia y las actuaciones por parte de las autoridades para remediar las deficiencias de capital que se identifiquen restablezcan plenamente la confianza en los bancos, que es básica para apuntalar la recuperación.

La Reserva Federal ya ha puesto rumbo hacia la futura normalización monetaria. ¿Está siendo su política de comunicación efectiva?

El momento elegido por la Reserva Federal ha sido adecuado. Está pautando el proceso de reducir las compras de activos en sintonía con la evolución de la economía norteamericana. Sí es verdad que la Reserva Federal tuvo grandes dificultades para comunicar claramente sus intenciones a los mercados el pasado mayo. La gran confusión que hubo es que los mercados entendieron que el proceso de reducción de compras de bonos y activos respaldados por hipotecas significaba al mismo tiempo una subida de los tipos de interés. Sin embargo, la Fed ha establecido claramente que el proceso de disminución de compras de activos puede avanzar, mientras que el proceso de subida de tipos oficiales de interés es algo que tiene un retardo considerable y que sólo se iniciará cuando haya concluido la compra de activos y cuando las condiciones de la economía americana así lo aconsejen. A medida que vaya cambiando la situación de la economía norteamericana, y si ésta diverge de lo que ahora planean los mercados, la Fed tendrá que enfrentar de nuevo retos de comunicación y deberá ejercitar aquello de que "la banca central es mucho más un arte que una ciencia" para explicarle a los mercados cuál es el camino de salida y evitar una volatilidad excesiva que pueda crear situaciones como la vivida en mayo.

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