
El Fondo Monetario Internacional ha presentado en Washington su informe sobre Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) donde rebaja en una décima (si tomamos como referencia su actualización de enero) sus proyecciones sobre la economía del planeta, que crecerá un 3,6 por ciento este año y un 3,9 por ciento en 2015.
"El mayor crecimiento en las economías avanzadas implica una mayor demanda de sus exportaciones" indica el economista jefe del Fondo, Olivier Blachard. "La normalización de la política monetaria, sin embargo, implica condiciones financieras más restrictivas y un contextos más difícil. Los inversores serán menos tolerantes y las debilidades macroeconómicas serán más costosas", avisó.
EEUU mantiene su ritmo alcista
Un impulso importante para el crecimiento global ha llegado de la mano de Estados Unidos, cuya economía creció a un ritmo del 3,25 por ciento en el segundo semestre de 2013, muy por encima de lo esperado en el informe publicado en octubre de 2013. Parte de esta sorpresa al alza se ha debido al fuerte crecimiento de las exportaciones y los aumentos temporales de la demanda de inventarios.
Los indicadores recientes sugieren cierta desaceleración a principios de 2014. Gran parte de esto podría estar relacionado con el mal tiempo experimentado durante el primer trimestre del año, aunque también podría deberse a la amortización de los aumentos de la demanda de inventarios.
Aún así, el crecimiento anual en 2014 y 2015 se prevé que sea superior a su tendendcia actual, al poder crecer sobre el 2,75 por ciento. En estos menesteres ayudan la consolidación fiscal, que este año será mucho más moderada. El apoyo también viene de las condiciones monetarias acomodaticias, así como de un sector inmobiliario que se está recuperando después de una larga depresión generando mayor riqueza de los hogares y facilitando las condiciones de los préstamos bancarios.
Baja inflación para la eurozona
En la zona del euro, el crecimiento regresa a terreno positivo. En Alemania, las condiciones de apoyo monetario y las buenas condiciones del mercado laboral así como la mejora de la confianza han apuntalado una recuperación de la demanda interna, que se refleja principalmente en un mayor consumo y un renacimiento tentativo no sólo de la inversión, sino también de la vivienda. En el conjunto de la zona del euro, la fuerte reducción en el ritmo de los ajustes fiscales, que equivaldrá a un 0,24 por ciento del PIB, también beneficiará al avance económico. Sin embargo, se espera que el crecimiento de la demanda, seguirá sufriendo, dada la continuidad de la fragmentación financiera, la escasez del crédito y un alto nivel de endeudamiento de las empresas. En general, el crecimiento económico en la zona euro alcanzará sólo el 1,2 por ciento en 2014 y el 1,5 por ciento en 2015.
Japón podría estancarse
En Japón, se espera que algunos motores de crecimiento subyacentes se fortalezcan, en particular la inversión privada y las exportaciones, dado el aumento de crecimiento de los países socios y la depreciación sustancial del yen durante los últimos 12 meses. Sin embargo, la actividad económica en general sufrirá una moderada desaceleración en respuesta a un endurecimiento de la política fiscal. El ajuste es el resultado de un aumento en dos etapas en el impuesto al consumo y el fin del primer paquete de estímulo del programa Abenomics. En general, el crecimiento se prevé que sea del 1,4 por ciento en 2014 y del 1 por ciento en 2015.
China, sin cambios
El pronóstico para China es que el crecimiento se mantendrá prácticamente sin cambios en alrededor de 7,5 por ciento en 2014 y 2015, una modesta caída desde 2012 y 2013. Esta proyección se basa en el supuesto de que las autoridades frenan gradualmente el rápido crecimiento del crédito y avancen con la implementación de su reforma con el fin de reconducir a su economía hacia una senda de crecimiento más equilibrado y sostenible.
La India coge impulso
Para la India, el crecimiento del PIB real para fortalecerá hasta el 5.4 por ciento en 2014 y el 6,4 por ciento en 2015, suponiendo que los esfuerzos del gobierno para reactivar el crecimiento y las exportaciones sigan su curso después de la reciente depreciación rupia. En el resto de los países emergentes y en desarrollo de Asia, se espera que el crecimiento se mantenga en el 5,3 por ciento en 2014 a causa de las condiciones financieras más extrictas tanto a nivel interno como externo, antes de crece a un ritmo del 5,7 por ciento en 2015, ayudado por una mayor demanda externa y una depreciación de sus divisas.
Latam se debilita
Por su parte, America Latina sólo experimentará una modesta aceleración en su actividad económica, con un crecimiento del 2,5 por ciento en 2014 y del 3 por ciento en 2015. Algunas de sus economías han enfrentado recientemente una fuerte presión del mercado y las condiciones financieras más restrictivas harán mella sobre el crecimiento. A ello habría que sumar las importantes diferencias entre las principales economías de la región.
En México, se espera que el crecimiento coja fuerza este año hasta alcanzar el 3 por ciento, como resultado de una política más expansionista de su política macroeconómica y los efectos secundarios de un mayor crecimiento de EEUU. Se espera que la economía avance un 3,5 por ciento en 2015, ya que el efecto de las reformas estructurales se afianza.
Sin embargo, la actividad económica en Brasil seguirá siendo moderada. La demanda estará apoyada por la reciente depreciación del salario y el crecimiento del consumo real será todavía boyante, pero la inversión privada sigue siendo débil, lo que refleja en parte la baja confianza empresarial. Las perspectivas a corto plazo en la Argentina y Venezuela se han deteriorado aún más. Ambas economías siguen lidiando con difíciles condiciones de financiación externa y sufrirá el impacto negativo en la producción derivado de los controles administrativos.