
La Confederación Empresarial de Madrid (Ceim) se enfrenta hoy a sus primeras elecciones reales -con más de un candidato- en 35 años. Y lo hace con el escándalo de los cursos de Aneri de fondo, y la necesidad urgente de lavar la imagen de la asociación. Una imagen que, según expresa el actual tesorero de la patronal, Enrique Cornejo, está dañada no sólo por culpa del empresario cordobés, sino también por la campaña que ha llevado a cabo el nuevo candidato, Hilario Alfaro, de cara a las elecciones.
Hoy se celebran las primeras elecciones reales a la presidencia. ¿Cómo está la situación en Ceim?
Las cosas están innecesariamente calientes; es una confederación empresarial, la más importante de España, con un gran peso en la economía española y con unos estatutos que van a tener que cambiarse, ser actualizados. El problema es que se ha hecho una campaña de puertas hacia afuera, como si fuesen unas elecciones para todos los españoles.
Esto no es una candidatura al gobierno de España. Es una candidatura para 1.250 miembros de una organización, y es a nosotros a quienes nos tienen que decir porqué y a quién nos convendría votar.
¿Y por qué cree usted que se ha actuado así?
Han pensado que eso ejercería una presión en el voto interno. Pero se han equivocado, porque nosotros votamos a las personas, no a lo que dicten los medios de comunicación ni la opinión pública. Se han aireado algunos aspectos, circunstancias que rodean a nuestro actual presidente y que son internas, y somos muchos los que no estamos de acuerdo en la manera de proceder. La gente echa en cara al presidente Fernández que "sólo tiene 2.000 empleados".
Es igual de complicado para él mantener 2.000 nóminas que para El Corte Inglés o cualquier gran empresario mantener a todos sus empleados, y pasa los mismos apuros que ellos. Se ha desenfocado el tema, la perspectiva.
Quizás porque está todo ello muy ligado a los cursos de Aneri?
Los cursos tendrán que transformarse, y eso es algo que venimos diciendo desde hace tiempo en Ceim. Yo soy tesorero, pero los cursos tendrán que controlarlos quien da el dinero para que se impartan, no nosotros. Si a mí me dan dinero para que contrate a alguien, y ese alguien subcontrata a otra persona para que los de, finalmente se presta a cosas como las que están ocurriendo, porque en el camino se pierden cosas, valores como la seriedad, la honradez, la vocación y cada uno se queda con lo que puede.
El problema es que las instituciones prefieren quitarse la responsabilidad, que lo administre otro. Y la administración de esos otros a veces falla. Si se es empresario, hay que aceptar las responsabilidades que ello conlleva, y si las cosas van mal, al primero que le van mal es a uno mismo, no se puede uno enriquecer a base de actividades ilegales. Nosotros estamos en contra de todo eso, presida quien presida. No es la filosofía de Ceim, porque se está dañando a un colectivo de 1250 empresarios que, en su práctica mayoría, son honrados y trabajadores.
¿Está la imagen de la asociación demasiado dañada ya?
Está muy dañada, y lo primero que tenemos que hacer a partir de estas elecciones es recuperar esa imagen. Y se va a hacer por parte del equipo que salga, tanto si sale el presidente Fernández, que tiene todo mi apoyo, como si sale la candidatura contraria. Pero presida quien presida, el sentir de ambos es recuperar la imagen. Y eso a pesar de no haber sido nosotros los que la hemos hundido, los que la hemos denigrado. Ha sido la política que ha llevado uno de los candidatos de cara a las elecciones.
¿Cree que el nuevo candidato ha llevado a cabo una política de competencia desleal?
Sí, la política que ha llevado a cabo era innecesaria. Los trapos sucios se lavan en casa. Yo creo en la gente, y lo más barato y lo más importante es el respeto y la convivencia. Si yo tengo un problema, me voy al banco, que es el que me lo arregla. Si un empresario debe 400 millones, es problema suyo y del banco.
¿Tiene arreglo todo esto?
Sí, sin duda. Ceim es muy importante y necesaria. Que gane el mejor, y si gana el presidente Fernández seguiré a su lado. Si no, me iré con él. Es una cuestión de lealtad, no tendría sentido que yo me quedase sin él.
Se compara su situación con el caso de los cursos de los sindicatos?
El tema es que no se ha exigido que el responsable del dinero realice los cursos, sino que los ha encargado. Y el señor Aneri ha llegado, por lo visto, hasta a falsificar documentos, algo que va más allá de la pillería, estamos hablando de delito.
El presidente Fernández aseguró que no sabía qué se había hecho con el dinero.
El dinero sigue un proceso y va finalmente a la institución, en este caso la Comunidad. Ésta para dar el dinero pedía una serie de requisitos, y se apoyaba en Ceim y otras organizaciones para organizarlo, para canalizarlo. Las personas implicadas, que no imputadas, realmente hacían cursos de formación. Que tuviesen academias propias, o subcontratadas, no lo sé, pero realmente los hacían. A nosotros nos tienen que dar unos resultados, revisamos los listados y matriculaciones, somos un mero intermediario.
Si nos dicen que han tenido 500 alumnos, establecemos la relación entre documentos de identidad, inscripciones y asistentes, además de los papeles sellados de asistencia. Toda la parte legal se ha hecho. El problema es que parece que hay una parte que no correspondía, firmas, sellos y carnets falsificados. Pero contra eso no se puede luchar, es un fraude de delincuentes, no asociativo.
¿Qué tal era la relación de José Luis Aneri con Ceim?
Yo, por ejemplo, ni siquiera le conocía, este señor no estaba dentro de la organización. Eran aquellos asociados nuestros que habían confiado en él los que le han encargado los cursos, no Ceim como tal. Este señor jamás apareció por Ceim, era totalmente independiente a nuestra organización, trabajaba para asociaciones integradas en Ceim, algunas de ellas. De 250 que tenemos, trabajaba para cinco. Y eso es algo que no se ha podido explicar, la gente está demasiado acostumbrada a los escándalos de corrupción diarios.