Economía/Motor.- El presidente de PSA no podrá asistir a la junta de accionistas por problemas de salud

PARIS, 26 (EUROPA PRESS)

El presidente del consorcio automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën, Christian Streiff, no podrá asistir a la próxima junta de accionistas de la compañía, que tendrá lugar el miércoles, por un problema de salud sucedido el pasado fin de semana, informó hoy la empresa en un comunicado.

Streiff ha sido ingresado en un centro sanitario en el que se le realizarán diferentes pruebas, aunque en el seno de la compañía esperan que vuelva a ejercer su responsabilidad como presidente del consorcio "en los próximos días".

Entretanto, las tareas de presidencia corresponderán al directorio, un órgano colegiado, según lo establecido en los estatutos de la compañía gala.

Por su parte, el presidente del consejo de Supervisión del grupo, Thierry Peugeot, presidirá la junta general de accionistas de la sociedad --el próximo miércoles--.

Christian Streiff accedió a la presidencia de PSA Peugeot Citroën a principios del pasado año, en sustitución de Jean-Martin Folz. Desde su llegada a este puesto ha apostado como principal argumento por la reducción de costes de la multinacional francesa, con un plan de ajuste de empleo que supone la supresión de miles de empleos, principalmente en Francia, sin recurrir a despidos.

Nacido en 1954 en Sarrebourg (Francia), Streiff es ingeniero por la Escuela Nacional Superior de Minas de París. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Saint Gobain, donde ingresó en 1979 y ocupó diferentes cargos de responsabilidad hasta llegar al puesto de vice consejero delegado, que desempeñó en 2004 y 2005.

En julio de 2006 fue designado presidente y consejero delegado del constructor aeronáutico Airbus, pero sólo duró cien días en su puesto. Su dimisión obedeció a la falta de acuerdo con el consejo de administración de EADS sobre las condiciones y los ritmos del exigente plan de ajuste presentado por el directivo, que pretendía ahorrar 2.000 millones de euros anuales hasta 2010 para compensar las pérdidas causadas por el retraso del proyecto A380.

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