Los inmigrantes procedentes de la Unión Europea (UE) deberán probar que ganan 150 libras (180 euros) a la semana antes de poder acceder a los subsidios estatales del Reino Unido, informó hoy el Gobierno británico. Suiza, una bomba de relojería para la UE que no va a negociar la libre circulación.
Según indicó el ministro de Trabajo y Pensiones, Iain Duncan Smith, los comunitarios que quieran vivir en el Reino Unido deberán ganar 150 libras a la semana durante tres meses antes de solicitar las ayudas disponibles para las personas con escasos recursos.
La medida será puesta en marcha a partir del próximo mes de marzo y los inmigrantes de la UE tendrán que demostrar esa cantidad de dinero antes de que las autoridades le concedan el estatuto de "trabajador" y, en consecuencia, el acceso a las ayudas, agregó.
Las personas que tengan esa categoría podrán reclamar subsidios como el beneficio por niños, el subsidio del paro en caso de que pierdan su puesto de trabajo y ayuda de vivienda.
Según el Ministerio de Trabajo y Pensiones, las 150 libras equivalen a trabajar aproximadamente 24 horas a la semana con el salario mínimo, fijado en el Reino Unido a 6,31 libras (7,5 euros).
"Como parte del plan económico a largo plazo del Gobierno, hemos tomado medidas para asegurar que nuestra economía ayuda a la gente que quiere trabajar duro, cumple con las normas y hace una contribución al país", declaró hoy el conservador Duncan Smith.
"Estas reformas asegurarán que contamos con un sistema justo, uno que facilita apoyo a los trabajadores y a los que buscan empleo, pero no permite que venga gente a este país y se aproveche de nuestro sistema de beneficios", subrayó el ministro.
Reducir el endeudamiento
Al referirse a estas reformas, el primer ministro británico, David Cameron, escribió hoy en el diario The Daily Telegraph que estos cambios forman parte del plan económico del Gobierno y suponen una "misión moral" para el país.
Según el jefe del Gobierno, hay que tomar "decisiones difíciles" para reducir el endeudamiento del Reino Unido y asegurar que la deuda no es asumida por las próximas generaciones.
Estas reformas se enmarcan en un plan económico dispuesto por el Gobierno de coalición -formado por conservadores y liberaldemócratas- en 2010 y consistente en la reducción de gastos en la mayoría de los ministerios del país.
Además, el primer ministro ha prometido un referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido en la UE si gana las próximas elecciones de 2015, pero antes buscará reformas en la unión, al mismo tiempo que se muestra partidario de repatriar competencias.