Economía

El Banco Mundial eleva hasta el 10,4 % la previsión de crecimiento de la economía china

El organismo multilateral prevé ahora que la economía china crezca un 10,4 por ciento este ejercicio, nueve décimas por encima de lo pronosticado en mayo.

El organismo internacional prevé que este crecimiento se ralentizará hasta el 9,3 por ciento en 2007, aunque estas cifras mantendrán a China a la cabeza de las tasa de crecimiento global.

La economía del país asiático creció un 10,9 por ciento en la primera mitad del año, lo que significa según el BM, que en el segundo trimestre el crecimiento fue del 11,3 por ciento, el más elevado en los últimos 10 años.

La inversión sigue siendo el principal motor

La inversión sigue siendo el principal vector de la demanda, pese a los esfuerzos de Pekín por estimular el consumo, y en cuanto a la oferta, la industria continúa sobrepasando a los servicios, según el informe del organismo internacional.

Las perspectivas siguen siendo favorables para la economía china, dice el BM, ya que la inflación se mantiene baja, la capacidad productiva crece acorde con la demanda y China goza de un holgado superávit en la balanza comercial.

Sin embargo, la entidad considera que un crecimiento más moderado evitaría los riesgos de recalentamiento, ya que las autoridades temen que la alta inversión puede llevar a sobreproducción y, quizás, a falta de eficacia.

Precisamente hoy, la agencia Xinhua informó de una caída de los precios del acero en julio del 4,9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, descenso que achaca a un exceso de producción.

En cuanto a los riesgos externos, un crecimiento menor de lo esperado en Estados Unidos podría afectar también a China, según el BM.

Entre las medidas tomadas por Pekín para echar freno al crecimiento se encuentra un recorte de la liquidez bancaria, el endurecimiento de las trabas administrativas para limitar la inversión inmobiliaria y el relajo de los controles de flujo de capitales.

Los efectos de estas medidas para reducir la demanda deberían ser valorados antes de impulsar nuevas iniciativas, ya que una desaceleración drástica de la demanda reduciría las importaciones, acarreando nuevos problemas para la política monetaria y las relaciones comerciales.

El BM apuesta por que China continúe apreciando el yuan con respecto al dólar, lo que podría, según el informe, suavizar estas inquietudes, ya que aumentaría las importaciones, reduciría la entrada de capital y desviaría la inversión al sector de los no intercambiables.

El esfuerzo se debe poner en reequilibrar la economía, según Louis Kuijs, economista del BM en China y principal autor del informe trimestral, quien ofrece varias sugerencias a Pekín para conseguir este balance.

Entre ellas, estimular la demanda doméstica para así incrementar la eficacia de la inversión, elevar el atractivo de los servicios por encima de las manufacturas y ofrecer a los gobiernos locales más herramientas e incentivos para que busquen el equilibrio económico.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky