
Qué inversión captura su imaginación ¿BRIC, MINT o CIVETS? Para muchos gestores de fondos en mercados emergentes la respuesta es ninguna.
La inversión por acrónimos - poner dinero en un grupo pequeño de mercados que pocas veces tienen algo más en común que un concepto económico - está causando ansiedad entre los inversores.
Jim O'Neill, antiguo economista de Goldman Sachs, inició el debate en 2001, cuando acuñó el término BRIC para referirse a Brasil, Rusia, India y China.
Muchos de estos países y otros agrupados en acrónimos diferentes se beneficiaron de un sólido crecimiento económico, al menos hasta hace poco. Sin embargo, las ganancias para los inversores no están garantizadas y un rendimiento por debajo de lo esperado de sus mercados bursátiles ha llevado a gestores de fondos a salir de lo que antes eran grupos de moda.
Los activos gestionados por fondos BRIC cayeron a 9.000 millones de euros desde 21.000 millones de euros a finales de 2010, según cifras de Lipper, mientras que los activos en la categoría más amplia de mercados emergentes han crecido en el mismo período.
El mismo fondo BRIC de Goldman Sachs ha perdido 20 por ciento de su valor en los últimos tres años.
O'Neill, imperturbable, ha acuñado un nuevo acrónimo. En la emisorade la BBC promovió este mes el grupo MINT (México, Indonesia, Nigeria y Turquía) como los nuevos gigantes, tras los BRIC.
El economista destaca que MINT, como antes BRIC, es un concepto económico y no de inversión, y que sus programas exploran los problemas de cada país, así como su potencial.
No obstante, el atractivo de los acrónimos para la inversión se está desvaneciendo. Gestores de fondos dicen que los grupos no toman en cuenta los diferentes estados de desarrollo de los países y se arriesgan a dejar de lado a otros mercados prometedores.
Además, las empresas que cotizan de estos países, el principal interés de los inversores extranjeros, tienen con frecuencia rendimientos decepcionantes.
El sentido de oportunidad de O'Neill no ha sido ideal. Turquía se ha visto sacudida por una investigación de acusaciones de corrupción tras las protestas del verano pasado, mientras que en Nigeria hay una gran inestabilidad política antes de las elecciones del próximo año.
Indonesia, como otros países emergentes que tienen un gran déficit de cuenta corriente, está sufriendo una fuga de inversores.
Pocas cosas en común
"México, Indonesia, Nigeria y Turquía son todos países interesantes, pero no muy conectados más allá de la excusa para tener un acrónimo", dijo Richard Titherington, jefe de inversión en mercados emergentes de JP Morgan Asset Management.
Titherington prefiere agrupar usando parámetros como el retorno por dividendos de las empresas de los países.
Los inversores en países BRIC han aprendido de la manera difícil que el crecimiento económico no siempre se traduce en ganancias en los mercados bursátiles, de lo que algunos analistas culpan a los problemas de gobiernos corporativos en mercados como Rusia y China.
En otra señal de agotamiento de los acrónimos, HSBC cerró el año pasado su fondo de los CIVETS, por lo que no quedan administradores siguiendo al grupo de mercados emergentes conformado por Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica.
Economías de frontera
Tanto BRIC como MINT se centran en la demografía, países que deberían de crecer rápidamente a mediados de siglo porque su población es joven.
Hay una atracción por las economías de frontera: aquellas que están en una fase más temprana de desarrollo que los mercados emergentes establecidos. Un ejemplo es Nigeria, cuya bolsa ha doblado su valor en el último año.
Pero centrarse exclusivamente en la demografía para hacer decisiones de inversión es arriesgado, según Andrew Brudenell, gestor de fondos de frontera en HSBC Asset Management. En cambio, deberían estudiar los países con una regulación corporativa más laxa y donde haya disponibles niveles relativamente bajos de bienes y servicios, ofreciendo un potencial de crecimiento.
Los mercados BRIC han rendido peor que el índice de mercados emergente amplio de MSCI en términos de dólares en los últimos tres años, el que a su vez ha tenido un rendimiento menor a los mercados desarrollados.
"Si se invirtió en los BRICS en 2008 por primera vez, probablemente no se esté muy contento, pero si se había invertido en ellos en 2000, deberían de estar muy contentos", dijo O'Neill.