
El Banco Central Europeo (BCE) tiene las herramientas para contrarrestar una desaceleración excesiva de la inflación y tomará acciones si es necesario, pero algunas poseen consecuencias indeseadas, dijo Jens Weidmann, miembro del Consejo de Gobierno del banco.
El BCE ha dado señales de su disposición para actuar contra la amenaza de una caída de los precios, pero aún no tiene un plan detallado de qué herramientas de política usar y cuándo.
"No quiero especular sobre futuras medidas de política monetaria. Pero estén tranquilos, todavía tenemos otras herramientas disponibles. Estamos listos y dispuestos a actuar", dijo el jefe del Bundesbank alemán, según citas publicadas por Il Sole 24 Ore.
"También es cierto que algunas de estas medidas tienen efectos colaterales indeseados que el consejo debe evaluar", agregó.
El BCE dejó su tipo de interés clave en un 0,25 por ciento la semana pasada pero su presidente, Mario Draghi, dijo que el banco central estaba preparado para tomar nuevas medidas de política aunque todavía debía decidir qué herramienta utilizar en cada situación.
En la víspera a la reunión, varias autoridades dieron indicios de la disposición del BCE a aliviar aún más su política, de ser necesario, con instrumentos no convencionales, como la compra de activos o una tipo negativo para los depósitos bancarios en el BCE.
Weidmann dijo que esta última alternativa era una posibilidad, pero que las pruebas eran controvertidas. Los bancos podrían pasar el coste hacia los clientes con cobros más altos por los préstamos.
"En este caso, lograríamos el efecto opuesto al deseado inicialmente", declaró.
Comprar bonos gubernamentales es problemático debido a las normas de la Unión Europea que prohíben la financiación monetaria de deuda pública y también porque implica compartir a cierto nivel los riesgos soberanos entre países, agregó.
Weidmann dijo que las débiles hojas de balance de los bancos y los altos riesgos crediticios afectaban al préstamo. Sin embargo, abolir las normas que entregan riesgo cero a los bonos gubernamentales entre los activos bancarios podría ayudar al crédito para el sector privado.
El BCE ve que la inflación estará muy por debajo de su meta cercana al 2 por ciento en los próximos dos años, según pronósticos divulgados la semana pasada.