BARCELONA, 5 (EUROPA PRESS)
El exjefe de auditoría de Caixa Laietana entre 2006 y 2011, Jordi Torrents, ha justificado este martes las emisiones de preferentes y deuda subordinada que realizaron las cajas de ahorros porque eran "la única vía" que tenían para cumplir las ratios de solvencia a parte de dedicar a reservas los beneficios, lo que significaría reducir la aportación a la obra social.
En la comisión de investigación del Parlamento catalán sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, ha señalado a la "diferencia" entre antes y después de la directiva europea sobre Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID).
Ha argumentado que antes estos productos híbridos se colocaban "prácticamente como si fuesen un ahorro a plazo", con un interés ligeramente superior, y no fue hasta mayo de 2009 cuando en el marco de la trasposición de la directiva europea se dijo que debían ser sometidos a un test de conveniencia para cada cliente.
Ha añadido que siempre hubo transparencia en las actividades de auditoría de Caixa Laietana, con informes que estaban a disposición de los órganos de gobierno de la caja y del Banco de España, y que las inspecciones del Banco de España acabaron siempre con "normalidad", con recomendaciones de mejora y de control de riesgos.
Respecto a la exposición al riesgo inmobiliario, ha reconocido que aumentó significativamente entre 2001 y 2010, aunque era "básicamente para la financiación de compra de vivienda" por parte de ciudadanos.
CANJE "DE BUENA FE"
En la misma comisión de investigación parlamentaria, el exdirector general de Caixa Laietana Albert Juncà ha sostenido que la comercialización de híbridos era común en el sector --ha compartido la explicación de Torrents como vía de las cajas para captar solvencia-- y que el canje de preferentes y deuda subordinada de Caixa Laietana por acciones de Bankia se hizo "de buena fe" para intentar dar una solución y ofrecer liquidez a los inversores; unos 23.000 clientes de Bankia en Cataluña se han acogido posteriormente a arbitraje para recuperar su inversión.
Ha explicado que su función desde que asumió el cargo de director general en mayo de 2011 fue la de completar la integración tecnológica de la entidad en el grupo de siete cajas liderado por Bankia, vehicular la obra social a través de una fundación y favorecer las relaciones institucionales de Bankia en el territorio de origen de Laietana.
Ha afirmado que realizó un "apoyo meramente administrativo", y que no recibió sueldo como director general, ni plan de pensiones ni indemnización; antes de este cargo desarrolló funciones comerciales y en el grupo asegurador de Caixa Laietana.