Economía

San Martín cree un error la anulación del 'despido exprés'

  • La reforma laboral genera tensiones innecesarias entre los trabajadores

"La desaparición del llamado despido exprés, el que se producía con el reconocimiento de la realidad por parte de empresario y trabajador, es un error, ya que su eliminación está generando tensión entre los trabajadores", afirma Javier San Martín, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales al analizar la reforma laboral del Gobierno.

San Martín dice que era un despido en el que la empresa reconocía su improcedencia, lo que permitía pagar las indemnizaciones y, en su caso, los salarios de tramitación que pudiesen corresponder.

Por ello, no existía la tensión que se da ahora -explica-, ya que al empresario le ha resultado indiferente, pero al trabajador "le ha hecho polvo, porque debe esperar a que un tribunal determine si el despido es procedente o nulo y, además, no percibe los salarios de tramitación". Todo ello, le mantiene en vilo, cosa que antes no ocurría.

Considera también, que las cifras del desempleo son un claro reflejo de que las políticas de empleo no están dando su fruto, ya que la reforma laboral, tal y como estaba concebida no se ha culminado. "Debió llegar más allá de la letra de la propia legislación, porque el empresario necesitaba unos medios estructurales y mucha claridad en algunas medidas. Debería haberse regulado con un acuerdo entre los agentes sociales y aclarado conceptos que han dado lugar a la interpretación por parte de los jueces, como en los temas de despido, que a pesar de las medidas que se han introducido después, aún no ha quedado suficientemente resuelto, según mi criterio", aclara.

Reforma positiva, pero tardía

No obstante, manifiesta que la reforma laboral es positiva, aunque llegó muy tarde. Por ello, explica que el Gobierno deberá legislar, y remarca el término legislar porque lo hizo a través de la figura del Real Decreto-Ley, con mucha más concreción. Descarta que fuese necesaria tanta urgencia y que se debía haber negociado con los interlocutores sociales. "Ahí está el caso de los despidos nulos que han generado muchas tensiones", insiste.

Esta falta de concreción ha llevado a que determinados empresarios hayan interpretado que tenían patente de corso para despedir. Estas situaciones han tenido su réplica en el temor que los empleados han mostrado muchas veces ante empresarios que actuaban de una forma noble y a los que no les quedaba más remedio que despedir para poder mantener la empresa.

Con respecto a la nueva regulación de apoyo a los emprendedores, afirma que el Gobierno sí que está intentando apoyar a quienes quieren generar empresas por su propia cuenta, pero hacen falta políticas de empleo que les apoyen.

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