Rechaza más subidas de impuestos y exige al Gobierno recortar el gasto público.
"Moderadamente optimista". Este es el diagnóstico de la CEOE sobre la economía española para los próximos trimestres en los que la patronal prevé que el PIB "podría estabilizarse e incluso cerrar unas décimas" ya en la segunda parte de este año, para entrar en una senda de crecimientos trimestrales continuados de entre el 0,2 y el 0,4 por ciento en 2014, año en que España empezará también a crear empleo neto, a partir de la mitad del ejercicio.
Con este escenario, CEOE ha mejorado sus estimaciones de crecimiento para la economía española, que caerá el 1,2 por ciento en 2013, pero que tendrá ya un crecimiento positivo del 0,8 por ciento en 2014.
"La economía española ha tocado fondo", aseguró el secretario general de la organización empresarial, José María Lacasa, aunque precisó que las tasas de crecimiento serán "moderadas y habrá que seguir trabajando en las reformas ", especialmente para dinamizar el mercado laboral que, "sigue siendo negativo", aunque "podría comenzar a crearse empleo neto en los próximos doce meses".
En concreto, la jefe del Servicio de Estudios de CEOE, Edita Pereira, estima que este año se destruirían 550.000 empleos y el año que viene, unos 20.000 puestos, lo que permitirá que la tasa de paro toque un máximo del 26,4 por ciento este año y baje al 25,8 por ciento en el próximo ejercicio. Una situación que permitirá reducir el número de desempleados por debajo de los seis millones en 2014.
Reforma laboral
Para ello, José María Lacasa, insistió en la necesidad de seguir avanzando en la reforma laboral, un cambio legal que, dijo, ha ido "en la dirección correcta", pero que hay que completar en materia de contratación y negociación colectiva, quien pidió al gobierno profundizar y potenciar en los contratos a tiempo parcial y de formación, "que podría tener cierto recorrido".
El secretario general de la CEOE calificó también de "positiva" la propuesta del Ministerio de Empleo, de reducir los tipos de contratos y recalcó la necesidad de seguir analizando otras materias como la reducción de la dualidad del mercado laboral español.
"En cualquier caso, aseguró, que la situación actual permite a la CEOE ser "moderadamente optimista" de cara a los próximos trimestres, porque además la reforma laboral permitirá a la economía crear empleo con crecimientos de entre el 1 y el 1,2 por ciento.
Especialmente crítico fue José María Lacasa, con la política fiscal del Ejecutivo y, aunque los dirigentes de la patronal eludieron pronunciarse sobre si se cumplirá, o no, el objetivo de déficit público para este año porque prefieren esperar a conocer la ejecución presupuestaria y las líneas del Presupuesto de 2014, si advirtió que "no es el momento de subidas de impuestos que minan la competitividad sino de aumentar los incentivos en infraestructuras, en internacionalización y en I+D+i".
En este punto, el secretario general de la CEOE reiteró que a los empresarios "nos gustaría que la consolidación fiscal se hiciera por la vía de la reducción del gasto público corriente".
Respecto a la composición del crecimiento para este año el Servicio de Estudios de la patronal avanza que la demanda interna seguirá teniendo una aportación negativa al PIB en el entorno del 3,3 por ciento, siendo la inversión de bienes de equipo el único componente que no decrece. En cambio, el sector exterior mantendrá su contribución positiva al Producto Interior, si bien se moderará su magnitud porque las importaciones retornarán a tasas positivas de crecimiento.
La contención de los precios y la moderación salarial, que se mantendrá hasta 2014, junto con la recuperación de la economía mundial, consolidarán el buen comportamiento de las exportaciones. Ello unido al impulso de la demanda del turismo extranjero va a suponer que la economía española alcance un superávit corriente en 2013 (+1,6 por ciento del PIB) e incluso lo duplique durante 2014.
Lacasa también ha resaltado la necesidad de seguir dando pasos en materia financiera para que la mayor capitalización de entidades se traduzca en mayor crédito para las empresas, y se ha referido a la importancia de otras reformas en marcha, como al reducción de las cargas administrativas o la reforma de las Administraciones Públicas.