Economía

La temporalidad crece en los nuevos contratos pese a la reforma laboral

  • Báñez no consigue de momento uno de sus objetivos clave: reducir la dualidad
  • El peso de los empleos precarios se elevó casi un punto de abril a junio
  • La reforma ha sido perjudicial para reducir la dualidad, según Fedea
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. Foto: Archivo

La reforma laboral cumple su primer año de vigencia entre claroscuros. Si bien ha cosechado logros como conseguir que la velocidad a la que aumenta el paro se reduzca más de 10 puntos porcentuales, los resultados de momento no son tan buenos en lo que respecta al objetivo de "fomentar el empleo estable y reducir la dualidad" entre los trabajadores temporales y los indefinidos. De hecho, entre abril y junio pasados, y dejando aparte la estacionalidad de los datos, ha aumentado la proporción de asalariados que trabajan por tiempo limitado en las nuevas contrataciones, mientras que ha disminuido el peso de los que no tienen ese tope.

La comparativa entre las Encuestas de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2012 y la del mismo periodo de 2013 lo demuestra. En ese periodo, tan cercano al verano, es normal que la mayor parte de los nuevos puestos de trabajo sean temporales y nadie se extraña de que, este año, casi 753.000 personas accedieran a un empleo bajo esas condiciones frente a los 178.000 que firmaron un contrato indefinido. En 2012, los números fueron,respectivamente, 744.729 y 184.063.

Ahora bien, lo importante es la incidencia, es decir, el peso proporcional que unos y otros presentan y cómo está evolucionando. Hace un año los temporales constituían el 69,9 por ciento de los nuevos contratados; doce meses después han ganado casi un punto porcentual, hasta situarse en 70,8.

Paralelamente, la proporción de nuevos contratos indefinidos no sólo no se mantiene en el nivel que cabría esperar en el segundo trimestre de un ejercicio, sino que revela una tendencia a retroceder. Así, ha pasado del 17,3 entre abril y junio de 2012 al 16,8 por ciento.

"Incluso perjudicial"

Resulta difícil sacar conclusiones cuando una reforma cuenta con una vigencia tan corta y está desarrollándose en un entorno económico general tan complicado. Sin embargo, las expertas de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Brindusa Anghel y Sara de la Rica, autoras de un reciente estudio sobre estas cifras son contundentes. "Parece que ya podemos decir que la reforma no sólo no ha sido efectiva a la hora de reducir la dualidad laboral, sino que ha sido incluso perjudicial".

Anghel y De la Rica argumentan que "la incidencia de los contratos indefinidos, lejos de aumentar, disminuye y es de temer que, incluso si se añadieran nuevos incentivos a este tipo de contratación, no avanzaríamos en la dirección correcta".

Dicho de otro modo, de poco pueden servir los estímulos económicos para acabar con la precariedad, si quienes tienen que ofrecer los nuevos contratos indefinidos están amenazados por la "inseguridad jurídica", según las expertas de Fedea. No en vano, gracias a la reforma laboral, son los juzgados de lo social los que dictaminan sobre cuándo un despido es o no es procedente.

La reforma no se ha esmerado a la hora de dejar claros cuáles son los criterios de decisión en los contenciosos de este tipo, en los que lo que se dirime es la rescisión de contratos indefinidos.

Los empresarios, en consecuencia, reaccionan extremando la cautela, ante la incertidumbre de unos juicios que, de momento, parecen resolverse mayoritariamente a favor del trabajador, en muchos casos por meros defectos de forma.

Con un año de vigencia a la espalda, el Ministerio de Empleo ha abierto la puerta a llevar a cabo cambios en su reforma, pero el equipo de la ministra Fátima Báñez no está dispuesto a ir más allá de retoques y, por tanto, es posible que las cuestiones jurídicas de fondo se queden como estaban.

Cambio de perspectiva

Además, en lo que a la temporalidad concierne, el Ministerio puede escudarse en la evolución registrada desde los peores momentos de la crisis hasta la actualidad, y llevar a un segundo plano los números que parecen revelar una tendencia futura negativa.

De hecho, ya a principios de este mes, Empleo hizo para el Consejo de Ministros un primer balance de la reforma en el que destacaba que la tasa de temporalidad total (aquélla que va más allá de las nuevas contrataciones)se situó en el primer trimestre de este año en eñ 23,1 por ciento, frente al 25 por ciento que ostentaba en el último cuarto de 2011.

Por otro lado, el Ministerio también pone en valor el resultado que ha tenido su apuesta por crear un tipo más de contrato indefinido, con lo que el total de especies contractuales que se le ofrecen al empresario ha superado las 40 (un número que quizá se vea reducido a partir de la comparecencia de hoy en el Congreso de la ministra, aunque se descarta toda solución drástica cercana al contrato único).

Se trata del contrato de emprendedores de cuyas bonificaciones pueden beneficiarse las empresas de menos de 50 trabajadores que contraten a un menor de 30 años. En este primer año de vigencia de la reforma laboral, se han firmado 120.000 de ellos.

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