
La larga crisis económica está alimentando la animosidad hacia las instituciones europeas y la creciente tendencia de los políticos a culpar muchas veces a Bruselas de las tensiones presupuestarias y de los efectos que se derivan de las mismas: recortes, reformas... Ahora bien, ¿hasta qué punto son los políticos responsables, con sus decisiones, de la situación que viven muchos países? Las elecciones alemanas retrasan la construcción de la unión bancaria.
"La política tiene que ver con la solución a los problemas del día a día y después con las encuestas de opinión sobre lo que los votantes están dispuestos a tolerar", señala en un informe el director ejecutivo y co-fundador de Saxo Bank, Lars Christensen, en declaraciones que recoge la CNBC.
Christensen piensa que la falta de visión de los políticos es el verdadero talón de Aquiles de Europa, si bien fija su atención en la canciller alemana, Angela Merkel, quien ha jugado su papel en Europa pensando siempre en las elecciones germanas del próximo 22 de septiembre.
"Como yo lo veo, el talón de Aquiles de Europa es la canciller alemana, -como líder de facto de la UE-, y su falta de visión para el conjunto europeo".
Merkel seguirá siendo el líder de facto de la Unión Europea, añade Christensen, que señala que Alemania ha sido fundamental en los rescates de Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre y en el rescate financiero de España, pero también ha apoyado las impopulares medidas de austeridad para el sur de Europa y ha bloqueado los intentos de mutualizar la deuda de la Eurozona.
Muchos analistas y funcionarios europeos piensan que la medicina para estos males deben incluir centralizar más en Bruselas la formulación de ciertas políticas.
El fracaso del euro
En declaraciones a "Squawk Box" de la CNBC Christensen precisa que el euro ha fracasado y el sur de Europa ha pagado un "enorme precio" por la moneda única.
"Aunque hay ocasionales, pequeños destellos de optimismo en el largo plazo, esto no es un proyecto sostenible y algo tendrá que cambiar...", añade.
¿Ahora bien, cuál es la solución? ¿Pasa por, como creen muchos, centralizar más en Bruselas la formulación de ciertas políticas? Volviendo al inicio del artículo, ciudadanos y gobiernos europeos parecen cada vez menos dispuestos a apoyar esa opción.
"El mayor problema que tiene la UE es que se enfrenta a una crisis de legitimidad", señalaba recientemente Charles Grant, director del Centro para la Reforma Europea, un think tank con sede en Londres en declaraciones al WSJ. "Sin duda el euro necesita una política económica más centralizada e instituciones más fuertes pero no existe apoyo popular para ello".