
"Cambios menores". Esa es la expresión que han estandarizado los responsables del Ministerio de Empleo para definir las modificaciones de la reforma laboral que se aprobarán este otoño y que, tras los cambios realizados para desjudicializar los despidos colectivos, se centrarán en la simplificación de los contratos y, posiblemente, en algunas medidas para mejorar la flexibilidad interna en las empresas.
Para estas últimas, el Ministerio está examinando las propuestas realizadas por la patronal CEOE en esta materia y que hacen referencia a la movilidad funcional, el tiempo de trabajo y los salarios variables.
"En el Ministerio se estudian todas las propuestas, las de CEOE y también las de los sindicatos, lo que no significa que se asuman todas o se vayan a aprobar", puntualizan fuentes del Departamento que dirige Fátima Báñez, que matizan también que algunas de las medidas flexibilizadoras que plantean los empresarios "ya pueden hacerlas en la negociación colectiva". En concreto, la CEOE defiende que en materia de flexibilidad interna la reforma laboral "debería haber sido más ambiciosa, recogiendo las posibilidades que ofrecía el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva", por lo que propone incrementar hasta un 15 por ciento - la reforma laboral prevé sólo el 10 por ciento- el porcentaje de jornada que podrá distribuirse irregularmente y contemplar una bolsa de horas o días en los que el empresario podrá alterar el calendario anual.
Respecto a la movilidad funcional, el documento de la organización empresarial plantea mayor flexibilidad en funciones, ordinaria y extraordinaria, en términos similares a los contemplados en el citado Acuerdo para el Empleo, "de forma que se prevea la realización de funciones del mismo o de diferente grupo profesional".
Recuerda en este punto la CEOE, en su documento sobre las reformas necesarias para salir de la crisis, que la Ley de Medidas Urgentes para la Reforma del Mercado Laboral establece un plazo de un año para que los convenios en vigor adapten su clasificación a los grupos profesionales.
Por lo tanto, "transcurrido un año desde la entrada en vigor de la Reforma es preciso insistir en la necesidad de pactar en los convenios una clasificación de grupos profesionales." Aclara, sin embargo, que eso no significa "aglutinar distintas categorías en grupos sino de buscar una homogeneidad de cara a posibilitar una mayor movilidad funcional".
Simplificar los contratos
Lo que si tienen más claro en Empleo es la necesidad de simplificar los modelos de contratación, aunque parece descartado, en principio, acudir a la fórmula del contrato único como reclama la CEOE, y esta semana defendía también el Banco Central Europeo (BCE).
La idea en la que trabajan los responsables del Ministerio es reducir los 41 tipos de contrato que existen actualmente a un máximo de seis o siete, entre los que se incluirán el contrato indefinido, a tiempo parcial y el de formación.
Lo que no se plantea el Gobierno, en absoluto, es incluir el modelo alemán de los minijobs, que había defendido el presidente de la CEOE, Juan Rosell, como vía de entrada de los jóvenes al mercado laboral.
Sobre esta cuestión, la Fundación de Estudios de la Economía Aplicada (Fedea) proponía recientemente la simplificación a sólo tres tipos de contratos: uno indefinido, otro de interinidad y un tercero para formación.
Para la CEOE, en caso de no aceptarse el modelo del contrato único, la prioridad fundamental es potenciar abiertamente el contrato a tiempo parcial, "reduciendo la complejidad y rigidez de la actual regulación, fomentando el contrato indefinido a tiempo parcial como alter- nativa a la contratación temporal, y ampliando del 15 al 30 por ciento el número de horas complementarias que pueden realizarse del as horas de trabajo ordinarias objeto del contrato".