
La Unión Europea y Estados Unidos han puesto en marcha las negociaciones para cerrar un histórico acuerdo bilateral de comercio e inversiones que, cuando se materialice, habrá permitido crear la mayor zona de libre comercio del mundo, con impacto real y sustancial en las economías de ambos lados del Atlántico. Un acuerdo que el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, considera como el más importante de todos los que se pueden firmar hoy en el mundo y del que España será uno de los países más beneficiados.
Los expertos estiman que el acuerdo de libre comercio e inversiones entre EEUU y la UE supondrá un crecimiento medio del 5% para las economías europeas
Las dos grandes economías del mundo siguen siendo la Unión Europea y los Estados Unidos. Entre las dos suman un cincuenta por ciento del PIB mundial en números redondos. Esto significa que el acuerdo comercial sería el más importante de todos cuantos se puedan firmar en el mundo, no sólo ahora, sino muy probablemente en las próximas décadas.
Hablamos de dos mil millones de euros al día en intercambios comerciales, de dos billones europeos de euros en stocks de inversión a ambos lados del Atlántico. El acuerdo generaría ganancias de 86.000 millones de euros para la UE y de 65.000 millones de euros para los Estados Unidos, de acuerdo con las primeras estimaciones. El alcance económico del acuerdo es sencillamente imprescindible y Europa no se puede permitir que las negociaciones fracasen.
¿Se puede evaluar el impacto sobre el PIB y el empleo en España?
España será uno de los mayores beneficiados del tratado. Las primeras cifras de impacto económico para nuestro país se mueven en torno a los 150.000 nuevos empleos y un aumento en la renta per capita a largo plazo cercana al 7%, en el marco de un acuerdo amplio.
En las negociaciones previas se ha excluido ya de la liberalización comercial a sectores culturales. ¿Están prevista nuevas excepciones?
Debemos conseguir los acuerdos más amplios, que incluyan todos los aspectos relevantes en la negociación, de tal forma que podamos conseguir los objetivos más ambiciosos. El mejor acuerdo posible, el más beneficioso para el interés general y muy especialmente para España, es el más amplio. España no es partidaria de excepciones. Otra cosa distinta es la negociación de los calendarios de liberalización, que deben adaptarse a la sensibilidad de los distintos sectores.
Existen también recelos sobre las repercusiones en la agricultura, el transporte aéreo o los servicios financieros.
No hay que tener miedo a competir. España tiene un sector agroalimentario muy competitivo, que exporta mucho y cada vez más. En los servicios financieros, España es también muy competitiva y puede beneficiarse mucho de la apertura del mercado estadounidense. Y en transporte aéreo, las políticas proteccionistas tampoco funcionan.
En sentido contrario, ¿cuáles serán los sectores más beneficiados de la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias en España?
Desde el punto de vista económico, todos debemos salir ganando. El sector del automóvil europeo tendrá más facilidad para entrar en el mercado norteamericano que en sentido contrario, por poner un ejemplo. El incremento del comercio llegará a casi todos los sectores: y habrá muy buenas oportunidades para España en servicios financieros, ingenierías e infraestructuras.
La intensificación de las relaciones comerciales entre los dos grandes bloques, ¿puede afectar negativamente a socios importantes para España como el Norte de África, China, Japón o América Latina?
Más allá de la eliminación de barreras al comercio y la inversión y de sus efectos sobre el crecimiento y el empleo, este acuerdo tiene una capacidad que lo diferencia de todos los demás: la capacidad de establecer a futuro estándares técnicos globales. Eso es una ventaja para Europa. Además, la libertad de comercio siempre ha traído consigo mayor prosperidad para todos. Esto no es un juego de suma cero; si este acuerdo comercial genera crecimiento económico en Europa y los Estados Unidos, potenciará el crecimiento mundial y eso beneficiará a países terceros, que exportarán más a ambos bloques comerciales
Descartada la suspensión de las negociaciones, ¿cómo puede influir el asunto del espionaje norteamericano en el acuerdo?
No debería influir de ninguna manera y, de hecho, no está influyendo. Este es un acuerdo estratégico para Europa y no debemos perder esa perspectiva.