
La agencia de calificación Fitch ha rebajado un escalón el rating de Francia hasta 'AA+' por el avance de la crisis, un recorte con el que deja al país sin la máxima nota crediticia, la llamada triple A. La agencia sitúa en 'estable' la perspectiva.
De este modo, Francia pierde la última AAA que conservaba asignada por las tres grandes agencias de rating, tras las rebajas de Standard & Poor's primero, que le quitó la máxima nota credicitia en enero de 2012, y la Moody's, después. Ésta última le recortó la nota en noviembre de 2012.
Las incertidumbres sobre el futuro crecimiento de su economía y el avance de la crisis económica en la Eurozona son las principales razones que aporta Fitch para justificar su recorte.
En una nota de prensa, la agencia señala que no pone en duda el compromiso con la consolidación fiscal del país, pero su mayor ratio de deuda pública (esperan que alcance el 96% del PIB en 2014) reduce su capacidad de absorción de futuros shocks adversos.
En este sentido, Fitch señala que las previsiones económicas de Francia son ahora sustancialmente peores a las que había cuando asignó al rating una perspectiva negativa, ya que el desempleo ha alcanzado el 10,9% y se sitúa en máximos de 15 años y se espera que la economía se recupere con mayor lentitud de lo inicialmente previsto.
De hecho, las perspectivas de la agencia son de una caída del PIB galo del 0,3% este año, para crecer un 0,7% en 2014 y un 1,2% en 2015, mientras que el Gobierno francés espera que Francia crezca un 0,1% este año y un 1,2% en 2014, para expandirse un 2% en 2015 y 2016.
"Como ya ha sido bien documentado por organizaciones como la OCDE, el FMI y la Comisión Europea, la economía francesa se enfrenta a una serie de desafíos estructurales, incluyendo la gradual pérdida de competitividad, la baja rentabilidad y las rigideces del mercado laboral, así como en los de bienes y servicios, lo que lastra las perspectivas a medio plazo", añade.
No obstante, a pesar de esta rebaja de calificación, Fitch sostiene que Francia aún mantiene un perfil de crédito "extremadamente fuerte" por la riqueza y diversidad de su economía, reforzada por la solidez y estabilidad de sus instituciones civiles y sociales.