
La agencia de calificación Fitch ha confirmado hoy la nota de máxima solvencia de Francia, la triple A, pero ha revisado la perspectiva de 'estable' a 'negativa', con lo que podría considerar una rebaja de su rating en los próximos meses.
La confirmación de la 'AAA' de Francia se basa, según explica Fitch, en su economía "saludable y diversificada", en la existencia de unas instituciones políticas, civiles y sociales efectivas y en su flexibilidad financiera, que refleja su condición de emisor de referencia en la Eurozona.
Además, el gobierno francés ha adoptado varias medidas para hacer más creíble su esfuerzo de consolidación fiscal, apunta la agencia.
No obstante, Fitch piensa que los niveles de deuda pública de Francia podrían alcanzar un pico de alrededor del 92% del PIB en 2014, muy por encima de los niveles previstos para cualquier otro país triple A, con la excepción de Reino Unido y EEUU.
Además de este previsible incremento de la deuda, Fitch destaca los riesgos económicos y fiscales que pesan sobre la economía gala drivados de un empeoramiento de la crisis de la Eurozona.
En opinión de la agencia, "los compromisos de los líderes en la cumbre europea del 9 y el 10 de diciembre y del Banco Central Europeo (BCE) no son suficientes para poner un cortafuegos financiero plenamente creíble", señaló en un comunicado Fitch.
La agencia añadió que "en ausencia de una solución completa, la crisis de la Eurozona persistirá y puede estar puntuada por episodios de severa volatilidad del mercado financiero".