Economía

Milton Friedman amaba un Estado reducido y no respaldaría el modelo de austeridad actual

  • Forbes: "Friedman amaba un Estado reducido, pero no apoyaría la austeridad"
Milton Friedman, economista y premio Nobel. Foto: Bloomberg

Milton Friedman fue, probablemente, el economista más influyente de la segunda mitad del siglo XX. Adalid de la reducción del Estado, fue asesor de Ronald Reagan, aunque no trabajó con él directamente en la Casa Blanca. ¿Qué diría hoy de la austeridad que se está imponiendo en el mundo en general y en Europa en particular? La respuesta: un gobierno pequeño sí, pero no a la austeridad. ¿Cómo resolvería Keynes la crisis? Reducir la deuda sin austeridad.

La revista Forbes ha recuperado una entrevista que concedió en el Donahue Show en 1979. El premio Nobel, preguntado sobre qué medidas eran necesarias, lo primero que recordaba es que había que tener cautela. "No lo vamos a lograr de un día para otro, no se va a salir en seis meses". Después, enumeraba las tres medidas que el tomaria: reducir el gasto público, endurecer la política monetaria y acabar con las regulaciones que impedían el crecimiento de la economía.

En el segundo punto, entraría la famosa austeridad. Friedman, defensor del libre mercado y profesor de la Universidad de Chicago, abogaba por reducir el gasto público, pero la cuestión crucial ahora es cómo sugería hacerlo: "Hay que recortar el gasto del gobierno, manteniendo la tasa de crecimiento del gasto en dólares y recortándola en términos de poder adquisitivo" (A partir del minuto 33 del vídeo).

¿Qué quiere decir esto? Friedman dice que la forma correcta de reducir el gobierno no son los recortes de gasto inmediatos. La forma correcta de reducir el gobierno es mantener plana la tasa de crecimiento del gasto público de forma que se reduce en términos reales con el tiempo.

Esta cautela con el recorte del gasto la proponía también para su gran especialidad, la política monetaria. En este sentido, recomendaba endurecer la política monetaria (ese año la inflación comenzó en el 11,3% y alcanzaría el 13,5% en 1980), "pero no un tratamiento de choque", sino una "reducción gradual" de la oferta monetaria.

El contexto de 1979

La revista financiera recuerda el contexto, 1979, cuando Reagan todavía era un aspirante a la presidente de EEUU y se había desatado la crisis energética provocada por la revolución iranía. Friedman era uno de sus asesores clave, pero justo antes de responder sobre la reducción del gobierno, destacaba en la entrevista que no quería formar parte del gobierno para seguir teniendo libertad de decir lo que quisiera.

Por ello, quería enfatizar que "reducir la tasa de crecimiento del gasto" es la forma adecuada de reducir el gobierno, no la políticamente adecuada a los interesas de los republicanos.

La razón de esto es que, nos guste o no, grandes recortes inmediatos son malos para la economía, de la misma forma que recortes de impuestos son buenos para ella. "Nadie creía más en un Estado pequeño que Milton Friedman, pero aún así él no podría apoyar la austeridad y los recortes de gasto inmediatos", señala Forbes.

Los resultados de la austeridad se han visto en todo el mundo: los gobiernos que implementan la austeridad hunden su economía, se vuelven impopulares y acaban siendo derrotados en las elecciones. En EEUU podría pasar lo mismo.

Los que luchan por un gobierno más pequeño podrían verse desacreditados durante mucho tiempo, y se inflinge un sufrimiento humano innecesario con la pérdida de empleo, mantiene la revista. "Milton Friedman entendía esto. Amaba un Estado reducido, pero no respaldaría la austeridad".

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