Economía

"Un especulador debe asumir su culpa y no clamar por el dinero del contribuyente"

  • Hans-Werner Sinn, presidente del IFO, identifica los problemas de la Eurozona
  • De qué serviría que Alemania dejase el euro, pregunta al inversor George Soros
El presidente del Instituto germano IFO, Hans-Werner Sinn. Imagen: Bloomberg

Hace dos semanas, el multimillonario inversor George Soros defendió que los eurobonos son la mejor opción y la menos costosa para que la Eurozona supere la crisis de deuda e invitó a Alemania a dejar el euro si sigue oponiéndose a esta medida.

El presidente del Instituto germano IFO, Hans-Werner Sinn, ha decidido responder a Soros, sobre quien piensa que "está jugando con fuego". Cree que desconoce los verdaderos problemas de la Eurozona y que sea como sea el ajuste en muchos países es inevitable.

"La actual crisis financiera no es más que un síntoma de la enfermedad subyacente de la unión monetaria: la pérdida de competitividad de los socios del sur", señala en un artículo que recoge Project Syndicate.

La única solución es proseguir con las restricciones presupuestarias, añade. "Después de años de dinero fácil, hay que buscar un camino de regreso a la realidad. Si un país está en bancarrota, tiene que dejar que sus acreedores sepan que no va a poder pagar sus deudas. Y los especuladores deben asumir la responsabilidad de sus decisiones y dejar de clamar por el dinero del contribuyente".

"Ya se está abusando del público en un intento por limpiar los títulos-basura y apoyar a bancos débiles, pues instituciones financiadas con cargo a los contribuyentes, como, por ejemplo, el BCE y los programas de rescate, han facilitado ya 1,2 billones de euros en crédito internacional".

Werner Sinn admite que la situación de la Eurozona es deplorable. "Chipre está casi fuera del euro, Francia tiene problemas de competitividad y es incapaz de cumplir con sus compromisos con Bruselas en materia fiscal, Portugal podría necesitar otro rescate y Eslovenia es la siguiente en la quiniela. Y Grecia y España no podrán soportar la tensión de la austeridad durante mucho más tiempo".

"Si Soros tuviera razón y Alemania tuviera que elegir entre los eurobonos y el euro, muchos alemanes preferirían seguramente la segunda opción". Entonces, señala el presidente del IFO, "el propio euro estaría en las últimas ya que su tarea principal era romper el dominio del Bundesbank en la política monetaria".

Pero el tema es que Soros no tiene razón, opina Werner Sinn. Para empezar, apunta, no existe una base legal para su petición. El artículo 125 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea prohíbe expresamente la mutualización de la deuda.

"El euro dio a muchos países acceso a crédito barato, que se utilizó en su momento para financiar unos aumentos salariales que no fueron respaldados por aumentos de productividad. Esto condujo a una explosión de precios y a déficits exteriores masivos".

El mantenimiento de precios excesivos y de ingresos nominales con crédito artificialmente barato garantizado por otros países solo provoca una pérdida de competitividad permanente, señala.

¿Cómo recuperar la competitividad?

Con el fin de recuperar la competitividad, los países del sur tendrán que reducir los precios de sus productos, mientras que los países del norte tendrán que aceptar una mayor inflación, explica. "Los eurobonos, sin embargo, impedirían precisamente este resultado, ya que los precios  en el norte solo se podrán elevar cuando los mismos ahorradores del norte inviertan su capital en el país en lugar de dirigirlo hacia el sur" a través, por ejemplo, de los rescates.

De acuerdo con un estudio realizado por Goldman Sachs, países como Grecia, Portugal y España deberían ser un 20-30% más baratos mientras que los precios en Alemania deberían aumentar un 20% con respecto a la media de la Eurozona.

Sin duda, si Alemania abandonase la moneda común, el camino de regreso a la competitividad sería más fácil para los países del sur, señala el director del IFO. "Pero el problema fundamental de los países en crisis se mantendrá siempre y cuando otros países competitivos permanezcan en la Eurozona".

Desde esta perspectiva, los países en crisis no se salvarán de una contracción dolorosa mientras permanezcan en una unión monetaria, que incluye otros países competitivos, agrega Werner Sinn. "La única forma de evitarlo sería que fuesen ellos los que saliesen del euro y devaluasen sus nuevas monedas. Pero, hasta ahora, no han estado dispuestos a seguir este camino".

Werner Sinn piensa, además, que sería un gran error para Alemania salir del euro, porque eso supondría restablecer el Rhin como frontera entre Francia y Alemania. "La reconciliación franco-alemana, el mayor éxito de la posguerra en Europa, estaría en peligro", concluye.

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