Suenan de nuevo las alarmas pero esta vez en el sector empresarial español. El Fondo Monetario Internacional ha presentado hoy su Informe de Estabilidad Financiera Global (GFSR), donde el equipo dirigido por José Viñals, jefe del Departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capital, se muestra preocupado por el alto endeudamiento del sector empresarial de España. El FMI no descarta que España siga en recesión en 2014, pero Rajoy dice que mejorará las previsiones.
El sector empresarial no financiero español cuenta con una deuda bruta que supone el 180% del PIB del país, uno de los más elevados dentro de las economías desarrolladas.
"A pesar de las mejoras sustanciales en las condiciones de mercado, el crédito no fluye adecuadamente en la periferia de la zona euro", ha asegurado Viñals durante la rueda de prensa de presentación del informe. Al mismo tiempo, ha destacado que "el sector empresarial de la periferia también se enfrenta a una deuda pendiente considerable, que se construyó antes de la crisis". En este sentido, el funcionario ha dejado claro que esto "plantea un reto para sus economías y la estabilidad financiera".
Vigilancia continua
Al fin y al cabo, según apunta el informe, que incluye una muestra de 1.500 empresas europeas que cotizan en bolsa, con una cobertura media del 30% del sector empresarial en términos de activos, "las empresas con alto e insostenible endeudamiento abundan en la periferia, sobre todo en Portugal y España", de ahí que el FMI pida "una vigilancia continua de los supervisores sobre la calidad de los activos bancarios".
Dentro del análisis realizado por el Fondo, se han estudiado un total de 92 empresas españolas no relacionadas con el sector financiero con activos totales de 695.000 millones de euros. Cinco de estas compañías están dentro del sector servicios, 48 dentro del sector energético y materias primas, 26 dentro del sector industria y 21 dentro del sector de las telecomunicaciones y sanitario.
Ante este panorama, el FMI ha afirmado que para lograr flujos de caja libre que no sean negativos a medio plazo, la deuda de estas empresas tendría que ser reducida entre un 6 y un 10% de sus activos bajo su escenario base.
Este análisis pone de manifiesto la necesidad urgente de reestructuración y consolidación del sector corporativo de la periferia, donde se necesitan medidas para suavizar el desapalancamiento. Los funcionarios del Fondo indican que los resultados de esta muestra no implican que estas empresas vayan a quebrar pero tendrán que tomar medidas, como la reducción de costes operativos, recortes de dividendos y en gastos de capital.
Deterioro de los activos bancarios
Según apunta el GFSR, el contexto económico débil es probable que conduzca a un mayor deterioro en la calidad de activos y resulte en la necesidad de mayores provisiones para que los bancos puedan absorber pérdidas en un momento en que los ingresos operativos son ya de por sí débiles. Como es lógico, los bancos que están más expuestos a las economías con escasas perspectivas de crecimiento son más vulnerables a un mayor deterioro de la calidad de activos.
El FMI reconoce que, en la zona del euro, los exámenes de valoración de los activos bancarios deben combinarse con mecanismos para eliminar los malos préstamos de los balances de los bancos con problemas usando el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en ingles) en caso de necesidad.
Los bancos deben reestructurar así los préstamos, pero dentro de unos criterios estrictos, una divulgación transparente y la clasificación y aprovisionamiento adecuado. El GFSR pone como el ejemplo a Sareb, el banco malo español.