Economía

El G20 se pone como meta reducir la deuda pública por debajo del 90% PIB

  • El debate sobre los estímulos y las nuevas previsiones económicas marcarán la cita
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Foto: Archivo

El próximo viernes, los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 (G-20) se darán cita en Washington, como parte de la reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que arrancan esta semana en la capital estadounidense. Adictos a imponer objetivos difíciles de cumplir, como ya se demostró con la cumbre celebrada en Toronto hace más de dos años, las veinte economías más importantes del planeta se plantean otra meta: reducir su deuda pública por debajo del 90% del PIB más allá de 2016.

Un objetivo loable, que según adelantó la agencia Reuters, supondrá la base de las negociaciones. Así el Grupo de Trabajo del G20 sobre el Marco para el Crecimiento tiene previsto que los ministros de Economía y Finanzas contemplen la idea de reducir el ratio de deuda respecto al PIB por debajo del 90% a partir de 2016, cuando según lo acordado en Toronto en junio de 2010, dicho ratio debería dejar de crecer en buena parte de los países más importantes de la economía mundial.

Otro de los fines de aquel encuentro fue el de reducir los déficits públicos a la mitad a finales de este año, algo que obviamente no ha ocurrido.

En un documento preparado para los delegados de la Unión Europea al que tuvo acceso la citada agencia de noticias se propuso que, a largo plazo, "los miembros del G-20 deben orientar su política fiscal hacia el logro de un nivel de deuda que esté muy por debajo del 90 por ciento del PIB". Así, "las economías avanzadas del G-20 deberían comprometerse a una reducción de la deuda como objetivo común de sus planes de ajuste fiscal que apunte a una clara y creíble tendencia a la baja de los niveles generales de deuda pública", añadió el documento.

Lo curioso es que si hacemos eco a las últimas previsiones realizadas por el Fondo Monetario Internacional, que serán actualizadas mañana martes tras la publicación de sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), en 2017 muchas de las economías avanzadas del G20 contarán con niveles de deuda difíciles de corregir. Por ejemplo, Japón, que ha comenzado a copiar a la Reserva Federal estadounidense en el bombeo de dinero y la devaluación de su divisa para luchar contra la deflación y que contará previsiblemente con un ratio de deuda respecto al PIB del 250,3%. Por su parte, Estados Unidos, la mayor economía del mundo debería reducir su endeudamiento desde una base prevista del 114,01%.

Sorprendentemente y fieles a su estilo, los delegados europeos apuestan por imponer objetivos mucho más duros para el Viejo Continente y pretenden comenzar a reducir la deuda respecto al PIB de sus países miembros hasta niveles del 60% del PIB.

"Nuestra experiencia con el valor de referencia del 60 por ciento del PIB muestra la importancia de un anclaje de la deuda más ambicioso" señaló el informe. "Tal objetivo de deuda debe ser contemplado con un proceso de saneamiento cuidadosamente calibrado para sostener la recuperación", matizó el documento.

Sin embargo, en un momento en que cada vez son más la presiones para que el Banco Central Europeo comience a simular a la Reserva Federal y al Banco de Japón con estímulos monetarios, pese al mutismo de Mario Draghi y la clara negativa de Angela Merkel, la periferia tendrá una larga tarea por delante si el G20 acaba por adoptar estos objetivos.

La agenda en Washington

Al fin y al cabo, países como España deberán reducir su deuda pública, que alcanzará un 101,18% del PIB en 2017 sin poner en peligro un tímido crecimiento del 1,7%.

Otros países con problemas, como Grecia, cuya economía debería expandirse a un ritmo del 3,5% dentro de cuatro años, deberán reducir su niveles de deuda desde el 152,7 por ciento, mientras que nuestros vecinos portugueses se enfrentarán a la tarea con un nivel de deuda del 115% del PIB y un crecimiento del 1,7%.

Los riesgos relacionados con las políticas de estímulo y el contraste en la situación global entre las economías avanzadas y en desarrollo, marcarán, por lo demás, la Reunión de Primavera del FMI y el Banco Mundial. Hoy comienzan los actos previos al encuentro con un seminario sobre "la revitalización de la agenda de transparencia fiscal". El jueves la directora gerente, Christine Lagarde, y del presidente del BM, convocarán su rueda de prensa posterior a la presentación de las nuevas previsiones económicas.

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Comentarios 1

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Con España que no cuenten, que bastante bien estaremos ino termina de querar todo el pais, cosa que dudo.

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