La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha confirmado el rating 'AAA' de emisor a largo plazo de Reino Unido, la máxima calificación posible, aunque ha decidido mantener su perspectiva en 'negativa' ante el riesgo de que su comportamiento fiscal y económico sea más débil de lo que prevé.
La agencia, que ha tomado la misma decisión respecto a la calificación del Banco de Inglaterra, explica que ha decidido no retirar la 'triple A' a Reino Unido debido a que el Gobierno "sigue comprometido con la implementación de su programa fiscal, y tiene la capacidad y la voluntad de responder con rapidez a los desafíos económicos".