
El Valencia Club de Fútbol finalmente no será "nacionalizado", como parecía su destino a principios de este año. El juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Valencia ha anulado el aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a la fundación del Valencia C.F. para comprar acciones del club, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).
De esta forma, la Generalitat queda liberada de sus obligaciones, y Bankia podría pasar a ser la dueña de la mayoría de las acciones del club de fútbol.
De momento, el Valencia CF está al corriente de pago, pero si volviera a incurrir en impago ya no tendría avalista y correría el riesgo de que Bankia ejecutara las garantías, que actualmente son las acciones.
Vuelta a la situación de hace cuatro años
Con esta sentencia, el club vuelve a la situación de 2009, momento en el que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) otorgó un aval al club para ayudarle a afrontar su complicada situación financiera. Este organismo público avaló el préstamo de 81 millones concedido por Bancaja, ahora integrada en Bankia, que era la cantidad necesitaba la Fundación para acudir a la ampliación de capital (que en una primera fase no cubrió) que necesitaba el Valencia para no caer en concurso de acreedores.
Precisamente, en esta ampliación de capital es donde se encuentra la irregularidad. Algunos socios pidieron poder suscribir más acciones en la segunda oferta, y al quedarse fuera iniciaron el litigio.
Ahora, la magistrada considera que la operación del IVF entrañaba riesgos y era gratuita, algo que si se hubieran aplicado los límites especificados en la Ley de Hacienda Pública Valenciana, habría implicado la denegación del aval.
Además, considera cree que el Instituto Valenciano de Finanzas "avaló una operación de compra por parte de la fundación del Valencia Club de Fútbol en detrimento de otros socios", añade el TSJ.
La Generalitat ya tuvo que intervenir
La Generalitat valenciana ya pagó a Bankia el pasado mes de febrero 4,86 millones de euros, a través del Instituto IVF, correspondientes a los intereses de la deuda que la Fundación VCF mantiene con la entidad bancaria, con lo que aplazó la ejecución del aval del crédito que la habría hecho convertirse en el dueño del Valencia.
El Valencia tenía un vencimiento en agosto del año pasado, pero se prorrogó hasta final de noviembre y, después, las partes se dieron de plazo hasta el 31 de enero para encontrar una solución. No obstante, finalmente la Fundación VCF comunicó la imposibilidad de hacer frente ese pago y la negociación con Bankia se trasladó a la Generalitat, como avalista de ese préstamo.
Ahora, anulado ese aval, la Fundación solo tiene como garantía sus propias acciones del Valencia, alrededor de un 70% del total, que si Bankia ejecuta en un eventual impago del crédito, pasarán a sus manos.
Desde la entidad financiea se ha puntualizado que el siguiente vencimiento de ese préstamo se producirá el próximo 27 de agosto y "en función de lo que suceda, ya veremos, pero a día de hoy Bankia no es dueño del club, el dueño es y sigue siendo la Fundación VCF", han sentenciado.
La parte positiva para la Generalitat es que queda liberada del crédito del club, que asciende a 81 millones de euros más intereses, lo que elevaría la factura hasta casi 100 millones de aquí a 2015.