
Palma, 21 feb (EFE).- Unos 150 trabajadores de Orizonia se han concentrado hoy frente a las puertas del Consolat de Mar, sede de la presidencia del Gobierno balear, para protestar contra el desmantelamiento del grupo turístico con sede en Palma, del que se salvarán unos 1.500 puestos de trabajo en todo el país.
La intención de la protesta es presionar al ejecutivo autonómico para que tome cartas en el asunto, lo que al parecer ha tenido efecto, ya que, según han informado CCOO y USO, el Govern "ha llamado a consulta" a la dirección de la empresa para que explique la situación de preconcurso de acreedores en la que se encuentra.
Al grito de "Chorizonia" y "5.000 al paro, no tenéis reparo", los trabajadores han ido llegando desde la sede del grupo en el Parc Bit de Palma hasta el Consolat de Mar, a pesar de que, según ha confirmado la responsable de Transportes de CCOO, Carmen Díaz, la dirección de la empresa les ha impedido la salida de las oficinas a primera hora, lo que han conseguido solventar más tarde.
Además, tras casi una hora de protesta, el presidente del Gobierno balear, José Ramón Bauzá, ha recibido a una delegación de trabajadores y les ha comunicado que los servicios jurídicos de la Comunidad están trabajando en el ámbito laboral para ayudarlos en todo lo posible.
Bauzá les ha aclarado que sus competencias son escasas al tratarse de una empresa privada, han informado los delegados sindicales de CCOO y USO, Eva Santos y Alberto Carmona.
"Si se encuentra alguna causa por la que se puede recurrir legalmente este tema, en el ámbito laboral, ellos van a estar con nosotros hasta el final. Es el compromiso de parte del presidente", ha señalado Santos, que ha vuelto a preguntarse cómo la empresa ha llegado a esta situación si comenzaba a dar beneficios.
"Era una empresa rentable con los mejores empleados que podía tener", ha aportado Carmona.
Para el coordinador de Transportes de USO, Jaume Grimalt, el verdadero responsable es Carlyle, fondo de inversiones propietario del grupo, que "está actuando de manera salvaje, solo vendiendo las unidades de negocio golosas". "Es el auténtico culpable, además de Orizonia y Globalia que han jugado con el porvenir de los trabajadores", ha señalado.
Con la venta de las 150 agencias de Vibo con las que se quedará el grupo Barceló se salvarían unos 800 trabajos en todo el país, entre cuatro y seis en Baleares, ya que solo se incluyen dos oficinas, mientras que por la adquisición de Luabay a Globalia en diciembre, 150 personas han conservado sus empleos en las islas, unos 700 a nivel nacional.
Sin embargo, los sindicatos han cuestionado las condiciones de Barceló hacia los trabajadores: 20 % menos de salario y sin antigüedad. "Esto va más lejos de la propia reforma laboral, esto es aprovecharse de la miseria del despido de 4.000 trabajadores", ha insistido Grimalt, que descuenta los que han pasado a formar parte de Globalia.
Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos continúan esta tarde en Madrid. La finalidad, ha señalado Díaz, es que tanto Carlyle como los nuevos propietarios "se responsabilicen del total de la plantilla a nivel nacional".
Además, los sindicatos intentan que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo se presente cuanto antes, lo que se prevé para la próxima semana.
Mientas tanto, las 950 agencias de Vibo Viajes en España y Portugal, del grupo turístico Orizonia, cerrarán al público a partir de mañana, y algunas ya lo han hecho hoy.